Entretenimiento. Viernes, 17 de Febrero, 2023
El actor de Duro de matar estuvo años deshaciéndose de su patrimonio inmobiliario para estar más cerca de su familia en California. También participó de una veintena de películas estando muy enfermo. Su ex mujer y madre de sus hijas, Demi Moore compartió información sobre la evolución de su grave enfermedad, que hasta hace poco era una incógnita.
Cuando Bruce Willis y su mujer, la modelo Emma Heming, comenzaron a deshacerse de sus propiedades de lujo fuera de California hace cerca de cinco años, nadie sospechó el motivo. Primero fue su casa de montaña en Sun Valley, Idaho, que prácticamente remataron por US$5.5 millones, en octubre de 2018, un tercio del valor por el que la compraron. Después, cambiaron su amado duplex de 550 m2 en Central Park por un condominio de 200 m2 cerca del Lincoln Center. También vendieron su casa de Westchester, por mucho menos de sus U$S12 millones originales. Y en 2019, vendieron en US$27 millones la espectacular mansión en las paradisíacas islas de Turcos y Caicos, donde se casaron una década antes.
El actor de Duro de Matar estaba haciendo una película tras otra y costaba pensar que estuviera falto de liquidez. Por entonces dijo que la única razón por la que buscaba reducir su patrimonio inmobiliario era que todo estaba demasiado lejos de su familia en California: “Es por lo que hemos decidido volver a la Costa Oeste y tener nuestro hogar ahí”.
No mentía, y la pandemia hizo el resto: Willis, Heming y sus hijas, Mabel (10) y Evelyn (7), pasaron buena parte de la cuarentena con Demi Moore –con quien estuvo casado entre 1987 y 2000– y sus hijas Rumer (33), Scout (30) y Tallulah (28), y la foto del singular grupo en idénticos pijamas rayados los volvió a hacer tan icónicos como en los 90.