Deportes. Martes, 25 de Junio de 2019
¿Qué podría, posiblemente, obligar a un jugador que acaba de ganar un campeonato de la NBA y el premio al Más Valioso de las Finales a abandonar a su equipo actual?
Para los LA Clippers, que han tenido en la mira a Kawhi Leonard desde su éxodo de los San Antonio Spurs a los Toronto Raptors hace prácticamente un año y llegaron al punto de enviar a altos ejecutivos de operaciones de baloncesto a observarlo a los partidos de los Raptors esta temporada, este es el acertijo que deben resolver. Como regla, los retadores que buscan destronar a los titulares cuando éstos disfrutan de buenos momentos típicamente cuentan con pocas probabilidades de tener éxito en situaciones así; las personas que buscan prosperidad y estabilidad no se sienten inclinadas a cambiar de ambiente cuando viven momentos prósperos y estables.
Si los Raptors hubiesen hecho implosión contra los Philadelphia 76ers o incluso en las finales de la Conferencia del Este contra los Milwaukee Bucks, los Clippers pudieron haberse acercado a Leonard con la propuesta de que hay un límite natural a lo que él puede alcanzar en Toronto. Sin embargo, después que los Raptors escribieron un final de cuentos de hadas para su «Temporada de Kawhi», los Clippers ahora tienen una tarea mucho más inmensa de lo que se veía hace apenas dos meses atrás: intentar convencer a Leonard para que cambie de ruta.
Afortunadamente para los Clippers, dos de los puntos más fuertes de su propuesta no han cambiado: la latitud y longitud donde se ubica la ciudad de Los Ángeles, California.
Los Clippers están muy conscientes de que Leonard ya ha sopesado su amor a esta región en la ecuación. Leonard creció en el Área metropolitana de Riverside-San Bernardino-Ontario conocida como Inland Empire, ubicada en el sur de California, antes de mudarse a San Diego, donde jugó baloncesto universitario en San Diego State. Leonard, quien es sumamente celoso a la hora de resguardar su vida privada, mantiene relación estrecha con un círculo muy pequeño de amigos queridos y familiares, muchos de ellos residentes del Sur de California. Quienes han compartido con él en San Diego afirman que el imperturbable Leonard es una persona diferente cuando se encuentra en su habitat natural. Describen a un ser que personifica la satisfacción total cuando disfruta de una cena durante la temporada baja en el afamado restaurante George’s at the Cove, con vista a la Bahía La Jolla, o descansando en el North County con personas cercanas a él.
Quizás la cercanía de los Clippers a los lugares donde Leonard se siente más en casa podría bastar. La creencia fundamentada de que Leonard tenía todas las intenciones de firmar en Los Ángeles en 2019 fue el factor determinante tanto para 76ers y Boston Celtics para desestimar propuestas más robustas por parte de los San Antonio Spurs hechas a Leonard el verano pasado, de acuerdo con fuentes ligadas a ambos equipos que estuvieron cercanos a dichas negociaciones.
Sin embargo, si el amor por el Sur de California es una de las características que define la personalidad de Leonard, también lo es su insistencia en mantenerse estructurado y con actitud de profesionalismo. Aquellos que han observado a Leonard durante su única temporada hasta ahora con los Raptors describen a un atleta que se mueve con precisión poco común en un día completo en el complejo de entrenamiento y espera que sus rutinas transcurran con la precisión de un reloj, sin importar el código postal donde se ubica dicho complejo. Según todos los recuentos, Leonard ya disfruta de esa situación en Toronto y la exigiría a los Clippers.
Una de las virtudes fundamentales de la actual gerencia de los Clippers es creer que jamás deberían utilizar el mercado como punto para persuadir a los agentes libres potenciales. Si bien aprecian que los jugadores de la NBA se sienten atraídos hacia su región, los Clippers consideran que es imperante que se conviertan en la clase de organización capaz de ganar batallas para reclutar jugadores basados en la calidad de su gerencia, cultura e infraestructura. En este sentido, los Clippers piensan que tienen argumentos atractivos para Leonard como una organización que ha invertido las dos últimas temporadas forjándose hasta convertirse en la clase de sitio de trabajo capaz de apelar a las sensibilidades de Leonard.