Deportes. Martes, 25 de Enero de 2022
Cuando el gran Roberto Clemente fue exaltado al Salón de la Fama en 1973 después de su trágica muerte en un accidente aéreo, se convirtió en el primer jugador nacido en Latinoamérica con una placa en Cooperstown.
El ídolo puertorriqueño abrió las puertas, pero pasaron años para que muchos otros pudieran acompañarlo. Durante los siguientes 37 ciclos de elecciones, sólo cinco latinos que jugaron en las Grandes Ligas entraron al Salón de la Fama: Juan Marichal (República Dominicana, 1983), Luis Aparicio (Venezuela, 1984), Rod Carew (Panamá, 1991), Orlando “Peruchín” Cepeda (Puerto Rico, 1999) y Atanasio “Tany” Pérez (Cuba, 2000).
Otros tres jugadores cubanos, que vieron acción en las Ligas Negras antes de que Jackie Robinson rompiera la barrera racial en 1947, también fueron exaltados: Martín Dihigo, José Méndez y Cristóbal Torriente.
Pero desde comienzos de la década pasada, ese pequeño río de jugadores latinos en el Salón se ha ido haciendo cada vez más caudaloso y todo luce indicar que así seguirá siendo en el resto del curso de esta década y más allá de eso. Historia completa: MLB