Deportes. Domingo, 02 de Febrero de 2025
Madrid (EFE).- El expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales se sienta desde este lunes en el banquillo, acusado de agresión sexual y coacciones por el beso que dio a la jugadora Jenni Hermoso tras la victoria del Mundial en Sídney (Australia) el 20 de agosto de 2023 y que ella asegura que no consintió.
La Audiencia Nacional arranca este lunes el juicio en el que Rubiales se enfrentará a una petición de dos años y medio de cárcel y compartirá banquillo con tres personas de su confianza en la Federación: el exdirector deportivo de la selección masculina Albert Luque, el exentrenador de la femenina Jorge Vilda y el antiguo responsable de Marketing de la RFEF Rubén Rivera.
La actuación de Luis Rubiales por el beso que Jenni asegura no haber consentido y por sus maneras en el palco, donde llegó a tocarse los genitales a modo de celebración por la victoria, desencadenó una ola de indignación impulsada por el movimiento #SeAcabó y, a los días, su salida de la RFEF tras cinco años al frente.
Tras denunciar Jenni Hermoso que no consintió aquel beso de Rubiales, la Fiscalía llevó los hechos a la Audiencia Nacional y, después de casi ocho meses de investigación y muchos interrogatorios, el juez concluyó que había «sólidos indicios» para afirmar que, efectivamente, aquel beso «no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva» del expresidente federativo.
Los hechos sucedieron el 20 de agosto, en el Estadio de Nueva Gales del Sur (Australia). Tras la victoria de la selección femenina del Mundial, cuando Jenni Hermoso recibía el saludo protocolario y la felicitación del entonces presidente de la Federación, éste la besó en los labios sin su consentimiento, subraya la Fiscalía en su escrito de conclusiones.