Deportes. Viernes, 04 de Junio, 2021
SAN DIEGO – Cuesta creer que han pasado cinco años.
Cinco años desde que alguien le pasó un celular a Fernando Tatis Jr. con el gerente general de los Padres, A.J. Preller en la línea, lo cual hizo que el dominicano se preguntara si alguien le estaba haciendo una broma.
Cinco años desde que Wil Myers se quedó mirando el casillero vacío de James Shields en el clubhouse del Petco Park y se preguntó, “¿Un muchachito de 17 años? Jamás lo voy a conocer”.
Cinco años desde que Preller tomó lo que caracterizó como “un riesgo” al adquirir a un jugador de 17 años que en ese momento no había disputado ni un partido a nivel profesional, pero que parecía tener madera para ser un campocorto bastante bueno algún día.
“El tiempo pasa volando”, dijo Tatis el jueves por la noche, momentos después de que prácticamente él mismo venciera a los Mets. “Es maravilloso ser un Padre. Es una fecha que vamos a celebrar con alegría”.
Luego agregó:
“A.J. especialmente”.
De hecho, una actitud arriesgada ha definido a Preller durante el ejercicio de su cargo, pero ninguno de sus movimientos ha sido mejor que éste. Probablemente ninguno lo supere.
El 4 de junio del 2016, Preller envió a James Shields y una buena parte del salario del serpentinero a los Medias Blancas a cambio del derecho Erik Johnson (quien lanzó en cuatro partidos por los Padres, con efectividad de 9.15) y Tatis, cuya llegada fue algo misteriosa, ya que no se encontraba entre los mejores prospectos de Chicago. By AJ Cassavell/MLB.com