Los Lakers han encontrado en unas palabras envenenadas el combustible que necesitaban en los playoffs. Dillon Brooks, de los Memphis Grizzlies, creó con unas declaraciones una de las mejores rivalidades de la eliminatoria. Hace unos días, el escolta llamó viejo a LeBron James, eterno candidato al título de mejor jugador de todos los tiempos. Este lunes, los aficionados de los Lakers le han hecho saber, por segunda noche consecutiva, que no olvidan. Un sonoro abucheo se escuchaba en la arena Crypto cada vez que Brooks tocaba la pelota. Brooks, en su quinto año en la liga y con 14 puntos por partido en promedio, tuvo una noche discreta con once puntos y encestando cinco canastas de 18 intentos.