Deportes. Lunes, 25 de Noviembre, 2019
Las cosas se le están complicando de mala manera a los Houston Astros.
La investigación de las Grandes Ligas sobre las acusaciones de robos de señas en la postemporada del 2017 va muy en serio y las consecuencias podrían ser devastadoras.
La pesquisa no sólo se centra en el posible uso de una cámara en el jardín central dirigida a las manos del cátcher rival para captar las señas y enviar las imágenes a un monitor instalado en el dugout de los Astros.
Ya la cuestión va más allá, tecnológicamente hablando, e incluye el posible empleo de auriculares minúsculos, algoritmos de selección de envíos y otros métodos potenciales de robo de señas para batear avisados.
Tampoco se limita al 2017, sino que abarcará además las dos temporadas siguientes.
Según reporta el colega Jeff Passan, Kevin Goldstein, un asistente especial del gerente general Jeff Luhnow, envió un correo electrónico antes de la postemporada de 2017 a los cazatalentos de los Astros para instruirlos sobre cómo robar las señas, incluso si eso significaba usar cámaras.
Si eso fue así y existe la prueba en blanco y negro, ya estamos hablando de palabras mayores.
Asimismo, los investigadores han pedido registros telefónicos de jugadores, coaches y ejecutivos en busca de cualquier evidencia que confirme la acusación que salió a la luz el mes pasado de boca de Mike Fiers, lanzador derecho de los Oakland Athletics que jugaba para Houston en el 2017. fuente: espndeportes.espn.com