Deportes. Domingo, 21 de Julio, 2019
COOPERSTOWN — Por un día, no habrá clases sociales entre ellos.
Un miembro distinguido de la realeza del juego como Mariano Rivera, un noble como el fallecido Roy Halladay y cuatro obreros como Edgar Martínez, Lee Smith, Harold Baines y Mike Mussina serán simplemente socios del Salón de la Fama de Cooperstown, el mayor honor que puede alcanzar un beisbolista en los Estados Unidos.
Los seis grandes ex jugadores de Grandes Ligas serán elevados a la categoría de inmortales de la pelota el domingo, en el ceremonial del 2019 del Salón de la Fama, junto al escritor Jayson Stark, ganador del premio J.G. Taylor Spink por sus 40 años de brillante cobertura del deporte para The Athletic, ESPN y otras entidades, y el fenecido narrador Al Helfer, quien relató por cuatro décadas para ocho clubes de las ligas mayores.
El panameño Rivera, el rey absoluto entre los cerradores de todos los tiempos y el único pelotero electo de manera unánime en las ocho décadas de existencia del Salón de la Fama, y Halladay, un ganador del premio Cy Young en ambas ligas, fueron electos por la Asociación de Escritores de Beisbol de América (BBWAA) en diciembre pasado, en sus primeras apariciones en la boleta.
Martínez también recibió la bendición de los escritores, pero en su décima y última oportunidad en la papeleta, mientras que Baines, Smith y Mussina fueron rescatados por el Comité de Veteranos, más de una década después de que el último de ellos jugó su último partido.
Sin importar la forma o el tiempo que les tomó, para todos lo importante es haber llegado, especialmente para Rivera y Martínez, dos de 11 peloteros latinoamericanos de las ligas mayores que han recibido la llamada del Salón de la Fama.