Economía. Lunes, 30 de Diciembre, 2019
Como otra cara de la moneda, también es otro negocio muy lucrativo para las AFP y las compañías de seguros.
Al 30 de septiembre de 2019, los afiliados discapacitados, que antes de serlo, contribuyeron con aportes obligatorios de sus salarios a sus cuentas individuales, realizaron 17,570 pensiones por discapacidad. Solo las recibieron 12,212 discapacitados, equivalente al 69.5%.
Mientras que, sobre el caso de los afiliados fallecidos, sus familiares realizaron 22,570 solicitudes de pensiones de sobrevivencias. Solo fueron otorgadas 9,206, lo que equivale al 40.4%.
Sobre el casi 60% restante, es como un mundo de “almas muertas” al estilo novelesco de Nikolái Gógol, sobre la vida rusa rural y profunda de mediados del siglo XIX. Era un negocio comprar almas muertas, en la novela de Gógol, pues valían porque aun muertas sus nombres estaban inscritos en los registros de la propiedad, y eran un medio para inflar la posición social.
Pero en contraste, en el mundo moderno de los fondos de pensiones, la negación de las pensiones de sobrevivencias resulta un medio para inflar la posición financiera de las gestoras de esos fondos, y por demás, eso también infla la posición social. fuente:diariolibre.com