Internacional. Viernes, 02 de Junio de 2023
DIARIO ECO/WASHINGTON, EE. UU.- Como consecuencia de nuevos productos que han salido al mercado y la información engañosa de la industria tabacalera, dirigidos especialmente a los jóvenes, amenazan los avances que se han tenido en la lucha contra el consumo de tabaco.
Pese a que el porcentaje de la población que consume tabaco en las Américas se redujo del 28% al 16,3% entre 2000 y 2020, con la salida al mercado de productos como los vapes y la hookah.
En vísperas del Día Mundial Sin Tabaco, el pasado 31 de mayo, el Director de la Organización Panamericana de la Salud -OPS-, doctor Jarbas Barbosa, abogó por políticas eficaces para proteger a los jóvenes.
El incúmbete dijo que «la industria tabacalera y sus aliados no descansan. Actualmente, propagan mucha información engañosa que promociona, especialmente entre los jóvenes, el uso de cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado”, señaló el doctor Barbosa. “Y aunque ocho países de la región han prohibido la comercialización de cigarrillos electrónicos y cuatro de productos de tabaco calentado, nos preocupa que 14 países aún no han tomado ninguna acción regulatoria al respecto».
La forma más común de sistemas electrónicos de administración de nicotina son los cigarrillos electrónicos, de acuerdo a los expertos.
Las emisiones de estos artefactos contienen nicotina y otras sustancias tóxicas que son nocivas tanto para los usuarios como para quienes están expuestos a ellas.
El Director de la OPS consideró que, para enfrentar la amenaza cada vez mayor que representan estos productos para la salud, es fundamental que los países pongan en marcha políticas para evitar su consumo, principalmente entre los jóvenes, ya que pueden convertirse en la puerta de entrada al consumo de tabaco.
Según las informaciones, el consumo de tabaco mata a un millón de personas por año en las Américas, una cada 34 segundos. Además, el 15% de las defunciones por enfermedades cardiovasculares, el 24% por cáncer y 45% por enfermedades crónicas respiratorias son atribuibles al consumo de tabaco. En la región, el 11% de los jóvenes consumen tabaco.
