Internacional. Sábado, 22 de Noviembre, 2025
Brasilia.- El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue detenido preventivamente este sábado por riesgo «concreto» de fuga y «amenaza al orden público», en vísperas de empezar a cumplir la condena de 27 años de cárcel por intento de golpe de Estado.
El líder ultraderechista estaba en prisión domiciliaria desde hacía casi cuatro meses, pero a primera hora de este sábado los agentes lo arrestaron y lo condujeron, sin esposas ni presencia de medios de comunicación, a la sede de la Policía Federal de Brasilia.
El exmandatario esperaba los días en su residencia de Brasilia para que la Corte Suprema ordenase la ejecución de la sentencia en la que se le declaró culpable de «liderar» una trampa golpista tras perder las elecciones de 2022 frente al actual gobernante, Luiz Inácio Lula da Silva.
La Primera Sala del Supremo rechazó a principios de mes por unanimidad los primeros recursos de apelación, con lo que el cumplimiento de la condena estaba próximo.
Sin embargo, el juez Alexandre de Moraes, relator del proceso, se adelantó a ese momento y decretó su arresto en un día poco habitual: un sábado.
El ex jefe de Estado (2019-2022) permanecerá recluido en una sala especial de unos 12 metros cuadrados, equipada con una cama de soltero, baño privado, ventana, televisión, aire acondicionado y un pequeño refrigerador, según medios locales.
La petición de prisión preventiva partió de la Policía Federal con base en una serie de acontecimientos recientes que hicieron temer la posible fuga del capitán retirado del Ejército.
La primera señal de alerta fue una «vigilia por la salud de Bolsonaro y la libertad de Brasil» convocada para este sábado por uno de sus hijos, el senador Flávio, delante de la casa de su padre.
«Nuestra patria no seguirá en manos de ladrones, delincuentes y dictadores. Y, con su fuerza, la fuerza del pueblo, vamos a reaccionar y rescatar a Brasil de este cautiverio en el que se encuentra hoy», proclamó el senador al convocar la protesta. EFE