Internacional. Lunes, 06 de Enero de 2020
La Justicia del Reino Unido condenó a cadena perpetua a quien fue considerado como el mayor violador de la historia local. Se trata del Indonesio Reynhard Sinaga, de 36 años, quien fue hallado culpable de atacar a 48 hombres en Mánchester, por lo que pasará al menos 30 años en prisión antes de aspirar a ser liberado. Las autoridades estiman que las víctimas llegarían a las 190, publicaron medios locales.
El agresor fue sentenciado por 159 delitos sexuales, incluidos 136 cargos por violación, cometidos entre enero de 2015 y mediados de 2017. Según se indicó, Sinaga buscaba a sus víctimas, de entre 17 y 36 años, muchas de ellas solitarias y en estado de ebriedad, en cercanías de bares, y les ofrecía que se quedaran en su departamento, donde las drogaba y violaba. Además, filmaba los ataques y se quedaba con pertenencias de los hombres a modo de ‘trofeo’.
De acuerdo con la Policía del Gran Mánchester, aún hay 70 víctimas sin identificar y muchas de las que ya fueron reconocidas se enteraron de lo que les había pasado al ser contactadas. «Nunca olvidaré el día en que la Policía vino a verme, no sabía por qué necesitaban verme, pero puedo decir que estaba absolutamente devastado al escuchar que había sido víctima de violación, después de ser drogado y que ese ataque sexual fue filmado por un hombre», comentó uno de ellos.
Otro, por su parte, agregó: «Pude recordar los hechos de la noche de la que hablaba la Policía, pero no tenía recuerdos de ningún delito cometido contra mí debido a una completa falta de memoria».
Los ataques sexuales a hombres, estiman los investigadores, podrían haber comenzado en 2007, cuando Sinaga llegó al Reino Unido, y finalizaron en las primeras horas del 2 de junio de 2017, cuando una víctima, de 18 años, despertó en medio de la agresión y logró escapar con el teléfono del indonesio.
Entonces comenzó la investigación y cuando la Policía de Mánchester revisó varios dispositivos del acusado, descubrió que tenía 3,29 teras de grabaciones de los abusos, que en un caso llegó a durar ocho horas.