Internacional. Sábado, 28 de Marzo, 2020

ROMA (AP) – Sus ojos están cansados. Sus pómulos se frotaban crudos de máscaras protectoras. No sonríen

Los médicos y las enfermeras en la primera línea de la pandemia de coronavirus en Italia son casi irreconocibles detrás de sus máscaras, matorrales, guantes y redecillas para el cabello: la endeble armadura de batalla puesta al comienzo de cada turno como la única barrera para el contagio.

Los fotógrafos de Associated Press se desplegaron el viernes para fotografiarlos durante los descansos raros de las unidades de cuidados intensivos de hospitales en las ciudades de Bérgamo y Brescia, en la región de Lombardía, y en Roma. En cada caso, médicos, enfermeras y paramédicos posaron frente a cortinas quirúrgicas de color verde bosque, el suave telón de fondo de sus salas estériles.

El viernes fue un mal día: Italia registró la mayor cantidad de muertes desde que el brote del país había estallado cinco semanas antes, agregando 969 víctimas más para aumentar la cifra más alta de COVID-19 del mundo a 9,134. Lombardía representó 541 de ellos.

fuente: apnews.com