Internacional. Lunes, 16 de Diciembre de 2019
Miami, Estados Unidos.- Si el acercamiento a Cuba impulsado hace cinco años por el entonces presidente Barack Obama tuvo pocos defensores entre el exilio en Miami, lo contrario ocurre con la política de «mano dura» de Donald Trump, que ha dado marcha atrás en casi todo menos en facilitar la entrada de cubanos a Estados Unidos.
Aunque en su mayoría los líderes del exilio consideran que Trump va por «el buen camino» en cuanto a Cuba, que es deshacer el «generoso» acercamiento de Obama, opinan que se necesita un tipo de presión «más efectiva» para lograr el cambio democrático en la isla.
«Me hubiera gustado decir que aquella política de Obama rindió el fruto de haber creado una apertura democrática en Cuba, pero la realidad es que cinco años después y aún antes de que Trump tomara el poder, el régimen continuó reprimiendo a los opositores», dijo a Efe Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia.
El acercamiento anunciado el 17 de diciembre de 2014 por el entonces mandatario estadounidense y su homólogo cubano, Raúl Castro, fue «catastrófico», dijo, por su parte, Orlando Gutiérrez, líder del Directorio Democrático Cubano.
«Las concesiones unilaterales al régimen y no exigirle nada sustancioso envalentonaron al régimen y lo consolidaron y eso se puede ver en los hechos represivos y en su expansión por toda Latinoamérica y consolidación en Venezuela», se lamentó.
Influenciado por congresistas de origen cubano, como el senador Marco Rubio, Trump ha arremetido contra el régimen de Cuba con más restricciones de viajeros y sanciones comerciales a aquellos que negocien con empresas vinculadas a militares cubanos.
Gutiérrez es partidario de ir más allá, con un bloqueo naval y aéreo.
«El problema es que la mano dura de Trump no ha sido en realidad, estratégicamente dura», opinó Sánchez, quien además considera que, al final, la mano dura termina «castigando al pueblo cubano».
MIGRANTES CUBANOS PIERDEN CON OBAMA Y TRUMP
Es el caso de las nuevas oleadas de inmigrantes cubanos, a los que el sueño americano se les ha escapado en los últimos cinco años.
En sus últimos días como presidente, Obama (2009-2017) eliminó la política de «pies mojados-pies secos», un trato migratorio preferencial adoptado hace 24 años y que Trump no ha restablecido.