Internacional. Domingo, 30 de Marzo, 2025
DIARIO ECO/EE. UU.- El reciente despliegue de vehículos blindados ‘Stryker’ del Ejército de Estados Unidos en la frontera con México ha generado inquietud y alarma entre la comunidad migrante y defensores de derechos humanos en la mexicana Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, norte de México.
Mientras las autoridades estadounidenses aseguran que la medida refuerza la seguridad fronteriza, líderes locales del lado mexicano consideran que el mensaje implícito es de intimidación tanto para migrantes como para grupos criminales.
El pastor Juan Fierro García, director del albergue El Buen Samaritano, expresó a EFE su preocupación sobre la presencia militar en la zona y el impacto que puede tener en quienes intentan cruzar la frontera en busca de asilo.
«Vemos que más que nada es como un mensaje subliminal hacia las personas, causar cierto temor para que no ingresen a Estados Unidos, y no únicamente a ellos, sino también a los grupos criminales», señaló Fierro García.
Además, cuestionó si esa vigilancia «existe en toda la frontera norte de Estados Unidos con México, o nada más es en algunos lugares como para llamar la atención».
La instalación de estos vehículos en la frontera de Texas con México es parte de un operativo conjunto entre el Departamento de Defensa de EE.UU. y la Patrulla Fronteriza.
Desde el lado estadounidense, a unos metros de la línea fronteriza, Claudio Herrera Baeza, integrante del sector de El Paso de la Patrulla Fronteriza, explicó a medios mexicanos la medida y señaló que «es una muestra de la cooperación entre distintas agencias de seguridad» al precisar la colaboración entre el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y la Patrulla Fronteriza.