Internacional. Viernes, 24 de Enero de 2020
Las autoridades chinas ya han elevado a 26 el número de fallecidos por neumonía vinculados al brote del nuevo coronavirus 2019-nCoV, que ya ha dejado 881 infectados en el país asiático. El virus se transmite de humano a humano a través del tracto respiratorio y en caso de contactos estrechos.
Dos estudios recientes apuntan a los murciélagos y a las serpientes como posibles reservorios animales de este coronavirus que, según médicos chinos, ya habría mutado y, como pasa con cualquier otro virus, no tiene cura. La enfermedad ya ha traspasado las fronteras de China, detectándose algunos casos en otros países como Japón, Tailandia, Corea del Sur, EE.UU., Singapur o Vietnam, todos en personas procedentes de territorio chino.
Para evitar una mayor propagación, las autoridades han cerrado 13 ciudades chinas, entre ellas, Wuhan, de más de 11 millones de habitantes, donde en diciembre se originó la peligrosa infección, vinculada a un mercado de mariscos local; Huanggang (más de 6 millones), Chibi (cerca de medio millón de habitantes) y Xianning (2,5 millones de habitantes).
La neumonía atribuida al nuevo coronavirus es la complicación principal que se observa en los infectados, no destacando por ningún síntoma especial. Básicamente, los infectados tienen fiebre, algunos experimentan dificultades para respirar, mientras las radiografías muestran cambios en los pulmones.
Como no se trata de una neumonía causada por bacterias, no se cura con antibióticos y el tratamiento es sintomático, no enfocado en la etiología de la enfermedad. Por lo general, en estas situaciones los médicos aconsejan un tratamiento parecido al de la gripe: guardar reposo, tomar muchos líquidos y medicinas específicas para los dolores de garganta y fiebre.
La Organización Mundial de la Salud ha enumerado una serie de consejos estándar para la población con los que busca reducir la exposición y la transmisión de una variedad de enfermedades: