Internacional. Lunes, 17 de Agosto de 2020
FULLERTON, California (AP) – Hay trámites burocráticos en el piso de la unidad de coronavirus en el Centro Médico St. Jude.
Es una clara línea de demarcación. Por un lado, la zona fría, donde solo se necesita mascarilla quirúrgica, matorrales y cubrezapatos. Por otro lado, la zona cálida, donde se ponen los guantes. Y la máscara N95. Y el vestido. Y la redecilla. Y el protector facial.
Otro paso a través de las puertas de vidrio y llega a la zona caliente, donde aguardan pacientes tosiendo con batas estampadas en verde.
Es fuera de esta unidad, en un área no marcada con burocracia o puertas de vidrio, lo que más preocupa a las enfermeras de “4 Norte”.
Es el hogar: donde juegan sus hijos y duermen sus cónyuges. Donde los PPE son solo letras del alfabeto para los niños pequeños que aprenden el abecedario. Donde el coronavirus se llama «The Big Cough» y la pandemia mundial significa que tienes que quedarte en casa porque hay «pequeños monstruos» por todas partes.
Para las enfermeras de “4 North”, como sus colegas antes que ellos de Nueva York y de todo el mundo, el hogar está plagado de incertidumbre. ¿Están trayendo el virus allí? ¿Están exponiendo a sus parejas e hijos? ¿Deberían aislarse o ponerse en cuarentena? ¿Deberían renunciar a sus trabajos para mantener a sus familias a salvo?
A medida que la pandemia continúa y los casos aumentan en todo California, una vez más uno de los puntos calientes de la nación, las respuestas siguen sin estar claras.
Mientras tanto, las enfermeras siguen adelante. Cuidan a sus pacientes durante turnos de 12 horas, toman la temperatura y se toman de las manos con guantes y se preguntan cuándo, si es que, todo terminará. Y luego se van a casa, a una nueva rutina de cambiarse de ropa en el garaje y entrar corriendo para ducharse antes de poder dar un beso de buenas noches a sus hijos.
The Associated Press pasó varios días en la unidad de coronavirus en St. Jude’s y siguió a cuatro enfermeras y sus familias después de que terminaron sus turnos.
Aquí están sus historias, desde el trabajo y desde casa: Por: apnews.com