Internacional. Domingo, 28 de Agosto, 2022
Los candidatos más populares en las presidenciales de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro, participan este domingo del primer debate de la campaña para las elecciones de octubre, tras días de incertidumbre sobre su presencia en el evento. Como se esperaba, el primer cara a cara entre los dos archirrivales, figuras centrales de la historia reciente de Brasil, comenzó con mucha tensión.
Cuando los conductores dieron lugar a los candidatos a hacer preguntas, el jefe de Estado comenzó hablando sobre el caso de corrupción en Petrobras. Específicamente, le preguntó al líder del Partido de los Trabajadores (PT) si pretendía volver al poder para continuar con la corrupción en la petrolera estatal. “Sabía que esta pregunta llegaría”, respondió Lula.
En esa línea, aseguró que el gobierno de Lula se desarrolló “en base al robo” y lo acusó de haber encabezado “el gobierno más corrupto en la historia de Brasil”. “Todo el mundo robaba, desviaba, y el presidente no sabía”, comentó, irónicamente.
Al llegar a los estudios de la televisión Band, Bolsonaro ya había adelantado que mostraría “qué fue la corrupción” en el Gobierno del ex presidente.
Lula se defendió de las críticas asegurando que son todas “mentiras” del presidente, a quien momentos antes había acusado de haber abandonado la educación de país durante la pandemia. Dijo, además, que su gobierno generó más empleos, inclusión, inversión en educación y beneficios para Petrobras.
“El país que dejé es un país que el pueblo echa de menos”, afirmó el ex presidente brasileño, quien acusó a Bolsonaro de haber “destruido el país”.
El actual mandatario respondió afirmando que su administración “atiende a los más necesitados” y que es “un gobierno que piensa en los más pobres”. “Es un gobierno que lo está haciendo bien. La economía está en auge”, aseveró.
“Todo en Brasil está fuera de lugar. Escuchar al presidente Bolsonaro decir que la economía está en auge es algo que me choca”, respondió el candidato laborista Ciro Gomes.
Otro foco de confrontación entre Lula y Bolsonaro fue el tema de las ayudas sociales. En una pregunta sobre cómo mantener la ayuda de emergencia de 600 reales, los candidatos se acusaron mutuamente de mentir. Ambos se comprometieron a mantener ese valor el próximo año y dijeron que era posible afrontar este coste. “Hay una mentira en el aire. La bancada del PT votó a favor; al candidato le encanta citar cifras absurdas que ni siquiera él se cree”, manifestó el líder del PT.
Bolsonaro, no obstante, dijo que la bancada del PT votó en contra de esa asistencia: “Está en su ADN, mentir e inventar números. ¿Por qué el PT no aumentó la Bolsa Familiar? Pagó una miseria porque sólo quería votos”.