Internacional. Miercoles, 28 de Agosto de 2024
DIARIO ECO/WASHINGTON, EE. UU.- Lo sepan o no, la mayoría de los estadounidenses no pasa un día (y a menudo una sola comida) sin comer alimentos ultra procesados.
Desde los cereales azucarados en el desayuno hasta las pizzas congeladas en la cena, además de los bocadillos de papas fritas, refrescos y helado, los alimentos ultraprocesados representan aproximadamente el 60% de la dieta estadounidense. En el caso de los niños y adolescentes, la proporción es aún mayor: aproximadamente dos tercios de lo que comen.
Esto es preocupante porque los alimentos ultraprocesados se han relacionado con una serie de efectos negativos para la salud, desde obesidad y diabetes hasta enfermedades cardíacas, depresión, demencia y más. Un estudio reciente sugirió que comer estos alimentos puede aumentar el riesgo de muerte prematura.
Sin embargo, la ciencia de la nutrición es complicada y la mayoría de las investigaciones realizadas hasta el momento han encontrado conexiones, no pruebas, respecto de las consecuencias de estos alimentos para la salud.
Los fabricantes de alimentos argumentan que el procesamiento mejora la seguridad y el suministro de alimentos y ofrece una forma barata y conveniente de proporcionar una dieta variada y nutritiva.