Internacional. Domingo, 11 de Agosto de 2024
Cientos de personas se reunieron hace varios días ante un centro de detención conocido como Zona 7 en Caracas, la capital venezolana, apiñadas en torno a listas de presos, mientras se aferraban a bolsas de plástico llenas de comida que habían preparado para los reclusos que se encontraban dentro.
Ansiosos por obtener información sobre sus seres queridos detenidos, muchos contaron historias notablemente similares de hijos, hijas y hermanos arrestados cuando iban en moto, volvían a casa del trabajo, salían de una panadería o pasaban por casa de un familiar en los días posteriores a las controvertidas elecciones presidenciales de Venezuela.
Describieron detenciones tanto generalizadas como selectivas. Y a nadie se le había comunicado qué cargos penales enfrentaban sus familiares.
El gobierno venezolano ha montado una furiosa campaña contra cualquiera que cuestione los resultados declarados de la votación, desatando una ola de represión que, según los grupos de derechos humanos, no se parece a nada que el país haya visto en las últimas décadas.