Internacional. Jueves, 08 de Junio, 2023
La experiencia de volar en avión ha ido empeorando año tras año.
En todo el mundo, las reprogramaciones constantes de vuelos -o peor, cancelaciones-, los aeropuertos abarrotados, las maletas extraviadas, los asientos cada vez más pequeños y hasta pagar extra para comer abordo se han vuelto parte de la pesada rutina de viajar.
Y, según un estudio de la Universidad de Reading, las cosas seguirán agravándose.
Los cielos por los que vuelan los aviones son más accidentados hoy que hace cuatro décadas, según descubrieron los científicos, después de producir un nuevo análisis publicado en Geophysical Research Letters que muestra que la turbulencia ha aumentado a medida que cambia el clima.
La turbulencia en aire despejado, que es invisible y peligrosa para las aeronaves -y, como resultado, puede golpear a un avión repentinamente y sin previo aviso-, ha aumentado en varias regiones del mundo.
Algunas turbulencias de las aeronaves se producen en lugares bien definidos, como cadenas montañosas o en las inmediaciones de tormentas convectivas, y son en gran medida evitables. Sin embargo, la turbulencia en aire despejado es difícil de observar antes de la trayectoria de una aeronave utilizando métodos de detección remota. Además, para los meteorólogos de aviación sigue siendo un desafío pronosticarlas.