Internacional. Viernes, 17 de Enero de 2025
DIARIO ECO/SANTO DOMINGO, RD.- El color naranja, el seleccionado para Bitcoin (BTC) para representarlo cuando cobra forma física, es símbolo de la energía, la transformación y la libertad que emana de la moneda digital, irradiando su luz hacia la política de tres presidentes: Nayib Bukele, de El Salvador; Javier Milei, de Argentina; y Donald Trump, quien el próximo lunes 20 de enero asume como el nuevo gobernante de los Estados Unidos.
Todos estos gobernantes están asociados con políticas conservadoras o libertarias que muestran un marcado vínculo con Bitcoin. Esta alineación no solo captura la atención mediática, sino que también genera una relevancia política global debido a sus impactos potenciales en el mundo financiero digital, razón por la cual en CriptoNoticias les hemos bautizado como la trilogía naranja.
Ahora, cuando Donald Trump está a escasas horas de su asunción como presidente de Estados Unidos, es momento para analizar cómo las políticas y acciones de estos tres líderes están influyendo o podrían influir en el ecosistema de Bitcoin, explorando sus implicaciones económicas y la posible reconfiguración del mapa financiero mundial.
Nayib Bukele, presidente de El Salvador desde 2019, no solo ha redefinido la política salvadoreña, sino que marcó un hito al convertirse en el primer gobernante del mundo en adoptar oficialmente a bitcoin como moneda de curso legal y crear una reserva basada en la moneda digital pionera, así como una política integral que incluye a la minería de Bitcoin.
El 7 de septiembre de 2021, bajo la presidencia de Bukele, El Salvador promulgó su Ley Bitcoin. Desde entonces, su nombre y el de su país atrajeron los focos de todo el mundo, recibiendo tanto elogios como escepticismo. Y mientras los demás países observaron con interés y cautela este experimento económico, organizaciones internacionales, analistas y críticos debatían sobre las implicaciones fiscales, de seguridad y soberanía que esto traería consigo.
Y aunque aún es temprano para determinar el éxito a largo plazo del modelo con bitcoin implementado por Bukele, lo que no se puede negar es que el gobernante centroamericano ha posicionado a El Salvador como un pionero en el uso de bitcoin por parte de un Estado. Su estrategia está inspirando a otros líderes mundiales a explorar con la moneda digital.
Además, con un aumento de más de 118% en ganancias no realizadas con la reserva de bitcoin de El Salvador, queda demostrado que los Estados pueden beneficiarse del alza del precio de la moneda digital. Este movimiento inspira a otros países a considerar a bitcoin como parte de sus reservas, impactando así en la demanda global del activo creado por Satoshi Nakamoto.
Javier Milei: el libertario a quien Bitcoin mira con interés
Javier Milei, el economista, político y docente, quien es el presidente de la nación argentina desde diciembre de 2023, entiende al dinero bajo la filosofía bitcoiner y la escuela austríaca de economía, que, al igual que Bitcoin, se centran en la búsqueda de dinero sólido, escaso y desnacionalizado.
Milei surgió como figura que ha captado la atención no solo de la comunidad de Bitcoin, sino de todo el mundo financiero por su postura libertaria y su crítica feroz a las políticas económicas tradicionales. Él coloca a Bitcoin en el centro de su discurso, aunque no le menciona directamente y de esa manera gesta un cambio radical en cómo se percibe y utiliza el dinero en uno de los países más afectados por la inflación en América Latina.
Ganó notoriedad por su discurso antisistema, su rechazo a la intervención estatal en la economía y su defensa de la libertad individual, enviando constantes mensajes indirectos pro bitcoin, intencionalmente o no.
Durante su campaña a la presidencia de Argentina, dijo que bitcoin representa la «vuelta del dinero a su creador original, el sector privado», un concepto que resuena con su ideología libertaria. Sin embargo, durante su gestión como presidente, no ha revelado planes para integrar a la moneda digital pionera en la economía argentina.
En todo caso, sí ha prometido que no habrá restricciones en el uso de bitcoin, promoviendo una libre competencia de monedas donde el criptoactivo pueda coexistir con el peso.
Milei ha dicho que a su gobierno le queda mucho por hacer; sin embargo, bajo su dirección, Argentina está presenciando una transformación económica sin precedentes, simbolizada por el uso metafórico de la «licuadora y la motosierra». Con ellas se refiere a sus drásticas medidas («licuación» de diversas partidas presupuestarias gubernamentales y cortes directos en el presupuesto) de política económica para reducir el gasto público y alcanzar el equilibrio fiscal, es decir, el déficit cero que ha sido el pilar central del programa económico del gobernante argentino.
La disminución de la inflación ha resultado en una mejora significativa en la calidad de vida de los argentinos, otorgándole al gobierno un rédito político considerable. Curiosamente, el peso argentino, antes considerado como moneda devaluada, ha resurgido como un competidor en el mercado de divisas.
De tal manera que Milei está estableciendo un modelo para otros países de la región que luchan contra la inflación y la devaluación monetaria. Su enfoque puede revitalizar el debate sobre la utilidad de políticas cercanas a Bitcoin en sistemas económicos nacionales, inspirando a otros líderes a considerar medidas similares.
Donald Trump: capítulo decisivo para Bitcoin, donde todo está por verse
Una figura que genera tanta controversia como interés es Donald Trump, y su relación con Bitcoin no es la excepción. Pasó de ser un duro crítico de la moneda digital a un ferviente creyente de su potencial.
Durante su campaña para las elecciones presidenciales del año pasado, hizo 10 promesas relacionadas con los activos digitales, incluyendo hacer de Estados Unidos la «capital mundial de Bitcoin y las criptomonedas», marcando un contraste notable con su administración anterior y con el gobierno de Joe Biden, quien marcó una era de mayor escrutinio e incertidumbre para el sector.
Entre las promesas más sonadas de Trump está la creación de una reserva estratégica de bitcoin para Estados Unidos y una regulación amigable para la industria de las criptomonedas; sin embargo, existen preocupaciones de que, a su llegada a la Casa Blanca el próximo 20 de enero, realmente el republicano pueda cumplir con su palabra.
De cumplir con sus promesas, Trump podría ser un catalizador significativo para la adopción y legitimación de bitcoin en Estados Unidos, con impacto en todo el mundo. Hoy, cuando sus promesas no se han convertido en realidad, ya 9 países han manifestado su intención de seguir sus pasos estableciendo una reserva nacional basada en la moneda digital.
En definitiva, la era Trump podría marcar un capítulo decisivo en la historia de Bitcoin, pero aún todo está por verse.
Es de destacar el plan que tendría Trump para EE.UU., el cual se percibe como una estrategia holística en la que aprovecharía su liderazgo mundial en la minería de Bitcoin para posicionarse como líder indiscutible en el ecosistema. Lo haría siguiendo el patrón bajo el cual Estados Unidos ha liderado en otras industrias tecnológicas. Diseñará su propio modelo, incluyendo la regulación sobre el sector, influenciando a otras partes del mundo.
La «trilogía naranja» no solo está reconfigurando la percepción y uso de bitcoin dentro de sus respectivos países, sino que también está impulsando un cambio de paradigma a nivel mundial.
Bukele muestra cómo un estado puede beneficiarse de Bitcoin; Milei abre la puerta a debates sobre la descentralización monetaria en economías afectadas por la inflación, y Trump podría legitimar aún más a Bitcoin en la mayor economía del mundo si cumple con sus promesas. Esta convergencia de políticas pro-Bitcoin podría llevar a una mayor adopción global y redefinir cómo se entiende la soberanía monetaria en el siglo XXI.
En sí, la trilogía naranja simboliza una era de potencial transformación para Bitcoin, donde la política se encuentra con la moneda digital de maneras nunca antes vista. Mientras Bukele y Milei ya han marcado el camino, la influencia de Trump en este escenario aún es un capítulo decisivo por escribirse, donde todo está por verse. La combinación de estos liderazgos podría ser el catalizador para una nueva fase en la historia de Bitcoin, marcando un punto de inflexión hacia una mayor aceptación y regulación del ecosistema de las criptomonedas en el mundo.
