Internacional. Lunes, 06 de Febrero, 2023
El sismo de magnitud 7,8 es el más grave registrado en Turquía en lo que va de siglo XXI y el segundo más fuerte en los últimos 100 años, después del que sacudió Erzincan, en el este de Turquía, el 26 de diciembre de 1939. Aquel movimiento dejó más de 32 mil muertos y provocó un tsunami en el mar Negro.
En tanto, el terremoto más mortífero de los últimos 50 años se registró el 17 de agosto de 1999 con epicentro en Izmir, en el noroeste del país, y dejó unos 17.000 muertos, 500.000 personas sin hogar, 45.000 heridos y 15 millones de afectados.
Turquía es, por su posición geográfica, un área de alta actividad sísmica. La mayor parte del país recae sobre la placa de Anatolia, atrapada entre varias que pueden hacer presión desde diversos frentes y, por tanto, provocar grandes terremotos como los ocurridos este lunes. Sólo en el año 2022, Turquía registró más de 20.000 sismos. De ellos, casi 130 superaron la magnitud 4 en la escala de Richter, mientras que uno superó el nivel 6, según datos de la agencia nacional de emergencias (AFAD) recogidos por los medios turcos.
“Estábamos durmiendo y de pronto toda la casa comenzó a temblar, vivo en un tercer piso y parecía que se estaba quebrando. Salí corriendo de la cama, cogí a mi familia y fuimos hacia el coche; condujimos hacia el área de Villat, donde hay un descampado sin edificios, y nos quedamos allí toda la noche”, relató a EFE.
En su huida, el hombre pudo comprobar que los inmuebles de su zona habían sufrido en general daños leves, al igual que el suyo, pero otras áreas de la ciudad no corrieron la misma suerte. “Hoy pasé por el Zoco Al Hal y muchos edificios se habían derrumbado, gracias a Dios que sobrevivimos. En las calles se pueden ver piedras rotas caídas de los edificios”, explicó el hombre, al agregar que tres personas que conocía murieron en un edificio cercano a su casa.