×
ECO PLAY TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN PROVINCIAS CONTÁCTENOS

Abel Martínez pide justicia por muerte de la niña Stephora; dice familiares y la sociedad merecen saber la verdad

Nacionales. Lunes, 01 de Diciembre, 2025

DIARIO ECO/SANTO DOMINGO, RD.- El ex alcalde de Santiago de los Caballeros y miembro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Abel Martínez, pidió este lunes justicia por la muerte por ahogamiento de la niña Stephora Anne-Mircie Joseph, de 11 años de edad, durante una excursión en una hacienda en Santiago.

Martínez dijo que las autoridades deben dar respuestas a las preguntas qué pasó y cómo pasó. «La tragedia de la niña Stephora Anne-Mircie Joseph ha consternado a todo un país. No sólo por la inocencia arrebatada, sino por la sensación de impotencia de saber que una vida tan pequeña dependía de cuidados básicos que, sencillamente, fallaron. El dolor más profundo no se ve en los titulares: lo carga su madre. El vacío irreparable de quien no sólo perdió a su hija, sino que además sigue sin respuestas claras sobre lo que realmente ocurrió», manifestó en un tuit.

El peledeísta expresó que no se busca destruir al colegio Da vinci, pero el centro educativo debe asumir sus responsabilidades en esta tragedia.

«El colegio donde estudiaba Stephora es un centro importante en Santiago. Nadie aspira a destruirlo. Pero en momentos como este, la verdadera grandeza no se mide en edificios ni en prestigio, sino en la capacidad de asumir responsabilidades», expuso.

Publicación íntegra de Abel Martínez en su cuenta de X:

La tragedia de la niña Stephora Anne-Mircie Joseph ha consternado a todo un país. No sólo por la inocencia arrebatada, sino por la sensación de impotencia de saber que una vida tan pequeña dependía de cuidados básicos que, sencillamente, fallaron.

El dolor más profundo no se ve en los titulares: lo carga su madre. El vacío irreparable de quien no sólo perdió a su hija, sino que además sigue sin respuestas claras sobre lo que realmente ocurrió.

El colegio donde estudiaba Stephora es un centro importante en Santiago. Nadie aspira a destruirlo. Pero en momentos como este, la verdadera grandeza no se mide en edificios ni en prestigio, sino en la capacidad de asumir responsabilidades.

La sociedad espera un gesto claro y humano: reconocer que fallaron, pedir perdón y decir la verdad completa. Eso no devolverá la vida de Stephora —nada puede hacerlo—, pero es lo mínimo que merece su memoria y lo mínimo que merece una madre que confió su tesoro más preciado a la protección de un centro educativo.

El silencio prolonga el dolor. La verdad lo dignifica.

Y también es un deber con las cientos de familias que hoy siguen confiando en ese colegio para cuidar lo más valioso que tienen: sus hijos.

No se trata de venganza.
Se trata de justicia, de responsabilidad y de respeto por la vida de una niña que nunca debió morir así.
La sociedad tiene derecho a la verdad, y la verdad es el primer paso para que una tragedia como esta no vuelva a repetirse.