Nacionales. Martes, 09 de Diciembre, 2025
DIARIO ECO/SANTO DOMINGO, RD.- Ante las quejas que ha generado la construcción de un badén en la avenida George Washington, frente a la plaza Juan Barón, el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) salió en defensa de la obra, aclarando que la obra no es una improvisación, sino que forma parte del Proyecto de Calmado del Tránsito, puesto en marcha como respuesta directa a la elevada cantidad de accidentes de tránsito en el Malecón de Santo Domingo.
Justificó la colocación del reductor de velocidad diciendo que, de acuerdo con los registros oficiales, en los últimos tres años el Malecón ha concentrado al menos 20 accidentes graves, con un saldo de 11 personas fallecidas y 41 personas lesionadas, cifras que evidencian un patrón de riesgo sostenido que hacía impostergable una actuación técnica y preventiva.
En la nota de prensa enviada a los medios de comunicación, indicó que estas estadísticas adquieren mayor relevancia al tratarse de una vía utilizada a diario por familias, niños, deportistas, adultos mayores, trabajadores y turistas nacionales y extranjeros, en un entorno que históricamente ha sido asociado al esparcimiento, la recreación y la actividad turística.
En este mismo sentido, expuso que la intervención no responde a decisiones improvisadas ni a un elemento aislado, sino a un plan integral basado en datos de siniestralidad, cuyo objetivo principal es reducir la velocidad y prevenir hechos fatales.
“La evidencia demuestra que la velocidad excesiva en este corredor ha sido un factor recurrente en la ocurrencia de accidentes graves. No intervenir habría significado mantener una tendencia de muertes y lesiones que podía evitarse”, indicó la institución.
Cuando las cifras tienen nombre y rostro
Detrás de cada estadística hay una historia humana. Una de ellas es la de Juan Pérez, un caso representativo de lo ocurrido en esta vía durante años.
Juan, de 32 años, caminaba una tarde por el Malecón luego de compartir con su familia. Al intentar cruzar la avenida, fue impactado por un vehículo que circulaba a alta velocidad. Falleció horas después a causa de las lesiones. Su historia refleja la realidad de decenas de familias que han perdido a un ser querido en siniestros viales ocurridos en este corredor.
Casos como el de Juan pusieron en evidencia que el Malecón dejó de ser solo una avenida vehicular y se convirtió en un punto crítico de convivencia vial, donde la falta de medidas de control representaba un riesgo real para la vida.
Intervención basada en evidencia para reducir siniestros
El INTRANT precisó que el proyecto fue diseñado tras analizar los tramos con mayor recurrencia de accidentes, e incluye acciones orientadas a reducir la velocidad y reorganizar la circulación.
Entre las acciones implementadas se encuentran la instalación de 170 nuevas señales verticales y 700 metros de bandas sonoras (vibralines); además, se colocaron 10,500 metros lineales de marcas viales y se habilitaron cruces peatonales elevados en los puntos de mayor riesgo.
Las proyecciones técnicas indican que estas medidas permitirán reducir de manera significativa la ocurrencia de siniestros, con un impacto estimado de al menos dos vidas salvadas por año y alrededor de nueve lesiones graves evitadas.