Nacionales. Miercoles, 08 de Octubre, 2025
DIARIO ECO/SANTO DOMINGO, RD.- Han transcurrido seis meses desde aquel brutal colapso que terminó con la vida de al menos 236 personas y dejó a más de un centenar de heridos en República Dominicana y la investigación sigue estancada.
De acuerdo con la información, un total de 130 niños y adolescentes quedaron sin uno o ambos padres, y las autoridades dominicanas no tienen una respuesta para esos huérfanos que perdieron a sus progenitores.
A medio año de la tragedia, son muchos los deudos, ricos y pobres, que buscan justicia y amparo en un Estado que sienten que podría cobijarlos más, sin embargo, hasta el momento, las autoridades no brindan a la población un informe final de que fue lo que realmente provocó el desplome del techo que enluto e todo el país.
Una investigación publicada por El País narra el caso de Estefany García Melo, quien estaba durmiendo cuando su tía la despertó a las 5 de la mañana para decirle que su madre, Nércida Anabel Melo Arias, no había llegado a casa. La joven de 20 años le dijo que no se preocupara, que intentaran llamarla. Lo hicieron una y otra vez, sin que nadie respondiera. Minutos después entró a revisar su Instagram por inercia y se extrañó por las decenas de influencers y cantantes dominicanos que posteaban emojis de luto y llantos e imágenes de un brutal derrumbe en una de las discotecas más famosas de República Dominicana, la Jet Set, de ese mismo 8 de abril. “¿Dónde fue que salió a bailar mami anoche?”, recuerda que le preguntó a su tía. “A la Jet Set, donde Rubby Pérez. ¿Por qué?”, contestó.
Las siguientes horas son borrosas para ella. Un torrente de imágenes y vídeos llegando por WhatsApp e Instagram, los compañeros de trabajo de Nércida llamando para ver si ya habían dado con ella, una vecina explicando lo sucedido a sus cinco hermanos, de entre nueve y 23 años, y una esperanza contenida que se iba apagando con las horas. Ampliaban las imágenes y ninguno de los 180 heridos que fueron sacando del edificio derruido era su madre. A las 5 de la tarde, Catherine Anavel Marte Melo, la hermana mayor, recibió la temida llamada. “Me dijeron que mamá había muerto por insuficiencia respiratoria, después de que le cayera un bloque grande del techo, y por hemorragia en una pierna”, cuenta.
Por Aridia Montero