Nacionales. Jueves, 28 de Mayo, 2020

En la zona de Miches, Nisibón , Macao y hasta en el propio municipio de Higuey las ventas de huevos de tortuga han disparado su precio llegando a costar hasta RD125.00 un solo huevo de tortuga Tinglar y RD$35.00 a RD$70.00 un huevo de Carey y la libra de carne (dependiendo de la tortuga) entre RD$35 y RD$50.

Bávaro, Provincia La Altagracia.- El consumo de huevos es una de las principales amenazas de las tortugas marinas, pues del total de crías apenas el 5% llega a la edad adulta.

En toda la costa Este de la República Dominicana desde hace varios años individuos saquean los nidos de tortugas en busca de sus huevos y si se encuentran con el reptil hasta lo matan.

Estos huevos son vendidos a un cliente muy especial.. a de la »clase alta» y/o con mucho poder adquisitivo.

La razón principal de estos »saqueos» a los huevos de tortugas se debe al mito que les atribuye propiedades afrodisíacas; sin embargo, expertos en conservación aseguran que no es así, y que al contrario eso podría ser perjudicial para la salud por “su alta carga de colesterol”.

De acuerdo a varios científicos, doctores y hasta ambientalistas, el consumo de huevos de tortugas es dañino para la salud, pues, según dice, cada uno equivale a 20 huevos de gallina, por lo que la concentración de colesterol es mayor y recomiendan dejar de comerlos y así también contribuir con la conservación de las especies.

En un nido de tortuga se pueden encontrar hasta 120 huevos. El tinglar anida cada 4 años y puede llegar a depositar entre 60 y 130 huevos por nido. Datos de expertos aseguran que misma tortuga puede poner entre 3 y 5 nidos durante la temporada, con períodos de incubación de alrededor de 2 meses.

Un dato muy interesante que a la vez es perjudicial para las tortugas es que ellas desovan en las mismas playas donde nacen y una vez allí la misma tortuga regresa entre 9 hasta 12 días a seguir poniendo sus huevos algo que es predecible y ayuda a los saqueadores de huevos a tener mas control sobre el tiempo que deben de regresar a profanar los nidos.

Por: Angel Fernandez / Bávaro Digital