Nacionales. Lunes, 04 de Agosto, 2025
DIARIO ECO/SANTO DOMINGO, RD.- Tras los recientes casos de dos jovénes que fueron reportados por sus familiares como desaparecidos, pero que realmente estában detenidos y la Policía Nacional Dominicana desconocía tal información, el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, se pronunció, criticando la carencia de un sistema tecnológico que permita el registro de detenciones, creando así una base de datos y que se pueda tener acceso para evitar situaciones como la acontecidas.
Ulloa deploró que en pleno siglo XXI las anotaciones de los arrestos sean de manera manual, situación que ralentiza las investigaciones y procesamientos de casos, y también da paso a que se cometan errores y a la manipulación.
«En pleno siglo XXI, donde todo puede auditarse en segundos, seguimos dependiendo del papel y la buena memoria. La ausencia de trazabilidad no es solo un problema técnico: es una grieta institucional. Y su costo no es menor. La impunidad silenciosa, el error operativo, los litigios evitables y la desconfianza pública terminan saliendo más caros que cualquier plataforma digital», manifestó, a través de un artículo de opinión.
De igual modo, el funcionario reconoció que en el territorio dominicano se invierte en seguridad, sin embargo, ese mismo esfuerzo no se hace para que haya un sistema digital que funcione adecuadamente.
«La República Dominicana invierte más en seguridad, pero sin un sistema interoperable, esa inversión no logra confianza ni eficiencia», sostuvo, al tiempo de agregar que «cerrar el cuaderno no es una metáfora. Es una decisión de país. Y es hora de darla».
Artículo de opinión íntegro:
Cerrar el cuaderno es una decisión de país
Por Pablo Ulloa
Hoy, en muchos de los 715 destacamentos de la República Dominicana, las detenciones aún se registran a mano. El “libro récord” manuscrito sigue siendo la base operativa. En pleno siglo XXI, donde todo puede auditarse en segundos, seguimos dependiendo del papel y la buena memoria.
La ausencia de trazabilidad no es solo un problema técnico: es una grieta institucional. Y su costo no es menor. La impunidad silenciosa, el error operativo, los litigios evitables y la desconfianza pública terminan saliendo más caros que cualquier plataforma digital.
La República Dominicana invierte más en seguridad, pero sin un sistema interoperable, esa inversión no logra confianza ni eficiencia.
Podemos —y debemos— liderar en el Caribe con un Sistema Nacional de Interconexión Policial: ético, moderno, basado en derechos y sostenido por tecnología.
Un sistema que diga con claridad:
Sabemos quién detiene, a quién, cuándo y por qué.
Y estamos dispuestos a rendir cuentas por ello.
Montesquieu lo escribió con precisión:
“Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa.”
Registrar una detención con tecnología no es un lujo:
es justicia aplicada, es democracia funcional.
Cerrar el cuaderno no es una metáfora.
Es una decisión de país.
Y es hora de darla.
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