Opinión. Martes, 14 de Mayo de 2024
Es penoso y hasta bochornoso ver la forma de hacer política en nuestro país, la República Dominicana. Una cosa es usted hacer campaña con temas reales y otra es crear noticias engañosas en busca de cambiar la percepción del electorado.
Da risa como en tiempos de campaña los principales actores políticos hablan de que se debe promover la «nueva política», convirtiéndose ya en un cliché, cuyo fin solo es el de «marear» a la gente con «palabras bonitas». ¡Qué barbaridad!
Pero, ¿Nueva política de qué? si las viejas prácticas las continúan llevando a cabo, como es el caso de las «Fake News», que sabemos que no es algo que surgió ahora, empero que siguen siendo usadas por los que en su momento fueron «martillo y hoy son clavos»: La Oposición.
Concuerdo con el presidente del territorio dominicano que dijo: «Uno puede perder unas elecciones, pero no perder la dignidad ni la vergüenza», que gran verdad…caer a ese nivel de hacer competencia, ya esto raya en lo absurdo.
A ley de días para los comicios presidenciales y congresuales, me parece, que las fuerzas opositoras lucen desesperadas al querer quitarles puntos al candidato del PRM tras los resultados de las diferentes encuestas revelar que este aventaja significativamente a sus contrincantes (aspirantes a la Presidencia).
Primero fue con el comentario tergiversado de Luis Abinader sobre los motoristas, miembros de fuerzas opositoras hicieron viral que el gobernador de la nación lo tildó de «plagas» y, según el video que hizo circular el oficialismo, el mandatario lo que declaró fue «la placa de los motoristas».
Ahora ha sido tendencia un audio con la voz de Abinader simulada, aparentemente utilizaron inteligencia artificial, porque hasta acento tiene. No se ha confirmado quién o quiénes están detrás de esto, pero funcionarios del gobierno acusan a los partidos de oposición de haber puesto en marcha una «campaña sucia y abusiva» en contra de Luis Abinader.
La Junta Central Electoral (JCE) o autoridades pertinentes deben abrir una investigación sobre este acontecimiento y que el o los responsables de incurrir en esto sean sancionados, se debe mandar un mensaje claro.
También el órgano electoral debe reforzar su seguridad tecnológica a modo de prevención para impedir cualquiera tentativa de ciberataque.
Porque, ¡Así no, debe haber límites!