Opinión. Lunes, 24 de Noviembre, 2025
En la mayoría de las empresas, formar una brigada de emergencia suele ser fácil. Lo complejo es mantenerla motivada, activa y preparada. Aunque muchas organizaciones entienden que la motivación pasa por entregar bonos, pagos extras o compensaciones económicas, la realidad es otra: las brigadas bien gestionadas no se mueven por dinero, se mueven por propósito.
En un país donde el Reglamento 522-06 exige contar con equipos capacitados para responder ante incendios, evacuaciones y primeros auxilios, la motivación se convierte en un pilar fundamental. Una brigada desmotivada es un riesgo; una brigada comprometida es un activo estratégico de la empresa.
A continuación, te comparto estrategias reales, prácticas y probadas, que sí funcionan para mantener a tu equipo de emergencia activo sin necesidad de incentivos económicos.
Nada desmotiva más que crear una brigada “para cumplir”, sin reconocerla o involucrarla en los procesos. Los brigadistas necesitan sentir que su rol importa.
Acciones eficaces:
La motivación aumenta cuando el brigadista siente que su aporte tiene impacto real en la empresa.
Algo que siempre repito en formaciones:
Una brigada entrenada es una brigada motivada.
No se trata solo de capacitaciones obligatorias. Se trata de entrenamientos que ellos sientan útiles para su vida:
La formación los hace sentir más capaces, más seguros… y más valorados.
La mayoría de las personas quiere sentir que pertenece a algo que trasciende.
Refuerza estos mensajes:
Cuando entienden que su rol puede salvar vidas, las suyas, las de sus compañeros y sus familias, el compromiso aumenta de forma natural y exponencial.
Una brigada no se sostiene si no existe cohesión.
Ideas prácticas:
La sensación de ser un equipo especial es un motivador poderoso.
No hablamos de reconocimiento económico, sino de reconocimiento emocional y organizacional:
El reconocimiento es un combustible emocional de alto impacto.
Si la brigada solo recibe órdenes, se desmotiva. Si participa, opina y co-construye, se fortalece.
Permite que colaboren en:
Esto genera sentido de propiedad:
“No es el plan de la empresa, es nuestro plan.”
Una brigada es una cantera de líderes naturales: supervisores, mandos medios, colaboradores con iniciativa.
Úsalo a tu favor:
Cuando un brigadista siente que crece profesionalmente, no necesita incentivos económicos.
Este es el punto más importante.
Si la gerencia:
entonces el mensaje es claro: no son importantes.
Una breve participación del gerente general en una capacitación puede valer más que cualquier incentivo económico.
La brigada necesita ver que su trabajo es respaldado desde arriba.
Los rituales fortalecen la identidad.
Ejemplos:
Pequeñas acciones que generan pertenencia duradera.
Muchos brigadistas pierden el ánimo porque solo reciben órdenes:
“Ven a la capacitación.”
“Ponte aquí.”
“Participa en el simulacro.”
En cambio, cuando explicas el por qué…
…la motivación se transforma en compromiso.
Motivar a una brigada de emergencia es un ejercicio de liderazgo, comunicación y cultura preventiva.
Y, como lo establecen tanto el Reglamento 522-06 como las mejores prácticas internacionales (NFPA, ISO 45001), la gestión de emergencias es un compromiso organizacional, no una obligación operativa.
Una empresa que logra mantener su brigada activa, orgullosa y comprometida no solo cumple la ley: protege la vida y fortalece su resiliencia organizacional.
Porque una brigada motivada no es un grupo más: es una red silenciosa de protección que puede marcar la diferencia entre un incidente controlado… y una tragedia.