 
								Opinión. Jueves, 30 de Octubre, 2025
El país presume estabilidad y crecimiento, pero la gente siente otra cosa: la vida está cada día más cara y la inseguridad se multiplica en los barrios donde menos se gana y más se sufre.
Los salarios no alcanzan, la canasta básica supera los (RD$47,347 en agosto 2025, según BCRD) y miles sobreviven con menos de la mitad. La violencia, más que un problema policial, es el reflejo de una sociedad desigual y cansada.
No hay desarrollo real cuando el crecimiento se queda arriba y la desesperanza abajo. No se combate la violencia con más patrullas, sino con empleos dignos, educación y oportunidades.
El reto del país no es solo crecer, sino hacer que ese crecimiento llegue al pueblo. Porque sin equidad, la economía es un espejismo… y la paz, una promesa pendiente.