Opinión. Martes, 16 de Diciembre, 2025
Llegó la Navidad, y con ella una invitación a detenernos y mirar hacia dentro. En un tiempo marcado por la violencia, la indiferencia y la falta de empatía, el mensaje de Cristo nos recuerda que la verdadera alegría no depende de lo externo, sino de lo que nace en el corazón. Cristo es la Navidad, y cuando vive en nosotros, transforma nuestra manera de ver y vivir la vida.
La juventud enfrenta hoy grandes retos: pérdida de valores, fragmentación social y un futuro que muchas veces genera incertidumbre. Sin embargo, esta fecha nos llama a reflexionar sobre lo verdaderamente importante y a asumir un compromiso personal: ser más solidarios, honestos y empáticos, convirtiéndonos en parte de la solución y no del problema.
Cristo sigue siendo el mejor camino para sanar las heridas de nuestra sociedad. Si permitimos que su mensaje guíe nuestras decisiones, podremos superar los desafíos que vienen y construir un mundo más humano, justo y lleno de esperanza. Porque cuando la verdadera Navidad nace en ti, el mundo cambia.
¡El Futuro Es Ahora!