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David Brainerd: El fuego consumidor del Gran Despertar

Ruddy Carrera (MACS)

Opinión. Jueves, 17 de Julio, 2025

Bienvenidos a este nuevo episodio de Mi Historia Cristiana. Este es un estudio del Reverendo Ruddy Carrera, quien es Master en Artes y Estudios Cristianos. Y hoy estaremos aprendiendo sobre la vida de David Brainerd un misionero prebisteriano que Inició un breve pero impactante ministerio entre los nativos americanos. En una época donde las condiciones de vida eran duras, la barrera del idioma era formidable y la resistencia de los nativos al evangelio era considerable. Su legado ministerial perdura hasta nuestro día. Y su diario ha inspirado a generaciones de cristianos y misioneros, incluyendo a figuras como William Carey y Jim Elliot.

En otras biografías sobre la vida de otros destacados misioneros, ya hemos indicado que el Gran Despertar, ese fervor religioso que sacudió las colonias americanas en el siglo XVIII, produjo evidentemente dentro del ámbito Protestante figuras notables, cuya pasión por nuestro señor y salvador Jesucristo encendió corazones y transformó vidas con la predicación de la Palabra de Dios, y con la implementación de proyectos de desarrollos sociales y la defensa de las mejores causas humanas en aquellos países donde les tocó servir. Entre ellos, David Brainerd Inició un breve pero impactante ministerio entre los nativos americanos, en una época donde las condiciones de vida eran duras, la barrera del idioma era formidable y la resistencia de los nativos al evangelio era considerable.

Nació el 20 de abril de 1718 en Haddam, Connecticut, y creció en un hogar piadoso de padres puritanos. Después de la muerte de su madre a los 14 años, Brainerd quedó huérfano y se convirtió en el único sostén de su familia. Esta temprana adversidad o prueba moldeó su carácter y su determinación, pero su conversión no llegó hasta sus veinte años después de haber atravesado una fuerte crisis espiritual que lo llevó hasta el punto de cuestionar su fe. Y a partir de entonces, tras una profunda experiencia de convicción de pecado y gracia salvadora, ingresó en Yale College o Universidad de Yale con el deseo de servir a Dios en el ministerio. Sin embargo. Su fervor por el evangelio auténtico y bíblico lo llevó a un conflicto con las autoridades universitarias, resultando en su expulsión. Pero a pesar de esta prueba, su pasión por el evangelio no disminuyó, y en 1742 a pesar de este revés fue ordenado ministro presbiteriano, y comisionado como misionero por la Sociedad Escocesa para la Propagación del Evangelio, dando inicio así a su arduo trabajo entre los nativos americanos. Dándose a conocer por su predicación ferviente y unavida de oración constante. Enfrentó numerosos desafíos, incluyendo enfermedades, soledad y oposición. A pesar de esto, su compromiso con la obra misionera nunca vaciló.

Su diario, publicado póstumamente, registra sus luchas, sus victorias y su profunda dependencia de Dios. Sus palabras revelan un corazón consumido por el amor a Cristo y un deseo ardiente de ver a los perdidos venir al conocimiento de la verdad: «Oh, que pudiera gastar cada momento de mi vida en ardentitud por Dios!» (Diario de David Brainerd).

Su devoción y su entrega a la obra misionera es reflejada en sus diarios, los cuales han sido una fuente invaluable para comprender su vida espiritual y ministerio. Jonathan Edwards, quien editó y publicó los diarios de Brainerd, destacó su fervor y disciplina espiritual (Edwards, The Life of David Brainerd, página 45). Edwards señala que Brainerd pasaba largas horas en oración y ayuno, buscando la dirección y la fuerza de Dios para su ministerio (Edwards, página 52).

Sin embargo su vida fue truncada por la tuberculosis a la temprana edad de 29 años. Pero, su legado perdura. Su diario ha inspirado a generaciones de cristianos, incluyendo a figuras como William Carey y Jim Elliot.

John Piper, en su libro «A Godward Life» (Una vida hacia Dios), destaca la pasión de Brainerd por la gloria de Dios y su amor por las almas perdidas como un modelo para todos los creyentes.

«Brainerd nos llama a una vida de pasión por Dios y compasión por los perdidos.» (John Piper, «A Godward Life» Página 125). Fin de la cita de Piper en A Godward Life.

La vida de Brainerd nos desafía a examinar nuestra propia devoción a Cristo. ¿Arde nuestro corazón con el mismo fuego misionero que consumió el suyo? ¿Estamos dispuestos a sacrificarnos por el avance del evangelio de nuestro Señor Jesucristo?

Además del llamado a una a “vida de pasión por Dios y compasión por los perdidos”, Piper en otro libro titulado The Hidden Smile of God, menciona que Brainerd es un ejemplo de cómo la debilidad humana puede ser utilizada poderosamente por Dios (Piper, página 112). Piper destaca que la vida de Brainerd es un testimonio de la suficiencia de la gracia divina en medio de la debilidad y el sufrimiento.

En sí, su vida se asemeja a muchos personajes bíblicos que también enfrentaron adversidades pero permanecieron fieles a su llamado. Un pasaje que nos conecta con su historia es Segunda de Corintios 12 verso 9, donde el apóstol Pablo escribe: «Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad». Y otro texto pertinente es Romanos 5 versos 3 y 4, que dice: «Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza». Siguiendo esta línea de paralelismo, también debemos resaltar el modo como él inspiró a otros misioneros como he mencionado anteriormente. Por ejemplo: Henry Warner Bowden, en merican Indians and Christian Missions, argumenta que el enfoque de Brainerd en la conversión individual y la santificación tuvo un profundo efecto en las misiones posteriores (Bowden, página 78). Bowden sugiere que la metodología de Brainerd, basada en la enseñanza personal y la formación de pequeñas comunidades cristianas, fue pionera y eficaz en su contexto.

Previamente mencioné que murió de tuberculosis, porque la mayoría de los historiadores y biógrafos coinciden en que ciertamente la tuberculosis fue la enfermedad que acabó con su vida. Y esta conclusión se basa en los síntomas que experimentó, como tos persistente, fiebre, debilidad y pérdida de peso, los cuales son característicos de esta enfermedad infecciosa. Además, la tuberculosis era común en la época y afectaba especialmente a personas que vivían en condiciones precarias, como era el caso de Brainerd durante sus viajes misioneros. Pero también yo especulo que es importante considerar otros factores que pudieron haber contribuido a su deterioro físico. Su vida estuvo marcada por el ayuno, la oración intensa y la exposición a condiciones climáticas extremas. Estos factores, combinados con el estrés emocional y la falta de descanso adecuado, pudieron haber debilitado su sistema inmunológico y acelerado el avance de la enfermedad.

En fin, Jonathan Edwards, amigo y mentor de Brainerd, editó y publicó sus diarios que ya cité bajo la moderna redacción de Norman Pettit, los cuales se convirtieron en un referente para los misioneros del siglo XIX. Entonces, en «The Life of David Brainerd» publicado en 1749, Edwards describe la vida y el ministerio de Brainerd con gran detalle, destacando su piedad, su pasión por las almas y su entrega total a la obra misionera.

Gracias por escucharnos en Outlook Mission Radio, y no olvides que esta es una investigación de Ruddy Carrera (Máster en Artes y Estudios Cristianos). Y si tienes una historia cristiana destacada y similar a esta de David Brainerd que deseas que la publiquemos, por favor enviarla al correo que aparece en nuestra website: outlookmission.com.

Y a Continuación, compartimos con ustedes la fuente académica que hemos citado durante el desarrollo de este estudio:

Bibliografía.
1. Pettit, Norman. The Life of David Brainerd (The Works of Jonathan Edwards Series, Volume 7), Yale University Press, 1984, página 45.
2. Bis. Página 52.
3. Piper, John. A Godward Life. Multnomah Books, 1997, página 125.
4. Piper, John. The Hidden Smile of God: The Fruit of Affliction in the Lives of
John Bunyan, William Cowper, and David Brainerd (Volume 2), Crossway, 2008, página 112.
5. Warner Bowden, Henry. American Indians and Christian Missions: Studies in
Cultural Conflict (Chicago History of American Religion), University of Chicago
Press, 1985, página 78.

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