Opinión. Martes, 05 de Agosto, 2025
El nuevo Código Penal es un paso hacia adelante en comparación con el que teníamos del siglo 19, esto independientemente de la ambigüedades e interpretaciones que el mismo pueda tener; lo que también debemos reconocer es que permanece una deuda pendiente con la ganancia de derechos.
Solo cuando los políticos dejen de sobrevalorar el poder de las iglesias saldaremos esa deuda y entre otras cosas habrá una ley especial que despenalice el aborto con las tres causales; Seguimos siendo una sociedad conservadora y alejada del progresismo que determina el desarrollo de una nación.
La cuestión está en que todavía en el espectro político hay hombres y mujeres con tintes cavernícolas cuyas ideas se asemejan a los tiempos de los palos y las piedras; ellos son los instrumentos que representan la involución y el «poder» sobreestimado del patriarcado religioso.