Opinión. Miercoles, 30 de Octubre de 2024
El alcalde farandulero de Santo Domingo Este, en un acto de populismo y oportunismo, ha demostrado irresponsabilidad al más alto nivel al afirmar que propondrá desde el ayuntamiento cambiar el nombre de una calle en Los Mina por el de Paulina Rodríguez de Jesús (Palín), quien fue la abuela del conocido rapero El Lápiz Consciente.
Dioris Anselmo Astacio Pacheco aprovecha el momento tras la muerte de la popular abuela del rapero para congraciarse con el sector urbano, haciendo una propuesta que viola la Ley No. 49-66, que regula la designación de nombres de personas a edificios, obras, vías, calles, carreteras y otros. La ley establece claramente que los ayuntamientos solo tienen la facultad de asignar nombres a personas que hayan fallecido hace más de diez años, y solo el Congreso tiene la autoridad para asignar nombres a personas vivas o fallecidas hace menos de diez años.
Astacio, que se presentó como pastor evangélico, se ha dado a conocer en sus primeros seis meses como alcalde por ser un promotor del ruido, los bacanales, la violación de espacios públicos y el vedetismo mediático. Entre sus principales «logros» como alcalde se destaca el reconocimiento como hijo distinguido a un popular DJ, conocido por promover el consumo de bebidas alcohólicas, el ruido y actitudes misóginas. Algunas de sus frases más conocidas incluyen: «Atención vecino, si le molesta la bulla, múdese del barrio» y «Cuando su opinión sepa a romo, la tomaremos en cuenta». Otras frases, igualmente inapropiadas, no representan las buenas costumbres de un ciudadano distinguido.
Recientemente, el pastor evangélico se convirtió en el primer alcalde en la historia en transformar el mausoleo del Faro a Colón, el principal monumento histórico y cultural de Santo Domingo Este, en un bacanal de bebidas alcohólicas y bachatas.
El alcalde pretende cambiar el nombre de la calle Francisco del Rosario Sánchez (antigua calle 5) por el de Paulina Rodríguez de Jesús (Palín). Astacio se ha caracterizado por usar el ayuntamiento de Santo Domingo Este para mercadear su figura, mientras los empleados se quejan de que el alcalde, tras terminar alguna actividad nocturna de diversión o compartir con sus amigos, sus ayudantes deben llamar a una brigada para que se tomen fotos con él a altas horas de la madrugada, como si estuviera trabajando en ese momento. Además, una batería de bots en redes sociales, pagada con el dinero de los contribuyentes, comienza a opinar y resaltar su figura.