Opinión. Jueves, 18 de Septiembre, 2025
Una cosa es Diplomacia y otra Clientelismo Político, pero cuando las dos se convierten en una, es algo muy delicado para el desarrollo de roles a nivel nacional e internacional.
La diplomacia es el arte de conducir las relaciones entre Estados y otros actores internacionales a través del diálogo, la negociación y la cooperación, con el objetivo de proteger y promover intereses nacionales y globales, prevenir o resolver conflictos y forjar alianzas.
El Clientelismo Político, es un intercambio extraoficial de favores, en el cual los titulares de cargos políticos regulan la concesión de prestaciones, obtenidas a través de su función pública o de contactos relacionados con ella, a cambio de apoyo electoral que se ha brindado.
También, el clientelismo es por la colocación de varios miembros de una misma familia en diferentes cargos de poder no importando si se ha trabajo o no en campaña política o inducido a votos electorales.
En América Latina y el Caribe, eso es el pan nuestro de cada día, los hijos de machepa o del que vende los tomates en el mercado que se hicieron profesionales a puro sacrificio, no es común su designación a una función importante. Porque sus múltiples títulos no serán nunca suficientes.
De ahí es que viene, la fuga de cerebros, talentos que se van a otros países en busca de mejores oportunidades y luego que logran el desarrollo profesional en su país, son la estrella que todos anhelan.
El clientelismo en la diplomacia ha arropado el servicio exterior, y por supuestos las funciones dentro de la base central. Muchos cargos no son cambios sino rotaciones. Pasan veinte años y siguen en distintos lugares las mismas personas, pero en otra silla. Esto aplica a nivel político para todos lados.
No es que no haya talento, es que las oportunidades solo son brindadas en el mismo círculo de amigos, familiares y entorno cerrado. Eso siempre es lo que distingue de países desarrollados que los expedientes no se archivan o colocan en una hermosa gaveta y que las valoraciones a posiciones son por la capacidad.
El desarrollo no debe depender de que tan cercana sea la relación, sino de que tan capaz sea el perfil para la posición.
Recientemente hemos visto que se está buscando unos candidatos para posiciones internacionales y esos países están con lupa, porque no quieren que les manden los relacionados, sino los que en verdad están preparados para la función.
Otro detalle interesante a destacar es que siempre en su mayoría las posiciones importantes las ocupan hombres, y la mayor tasa poblacional es de mujeres y de ellas una gran cuota está profesionalizada.
La equidad y el punto de equilibrio para designar institucionalmente y en jerarquía ahí no aplica. Porque la mayor parte de quienes controlan las decisiones y cuotas de poder son los hombres.
Para concluir, les recordamos que los tiempos avanzan y debemos, al igual que con la inteligencia artificial, colocar el país a la altura de esos avances y eso equivale a dar más espacio a las mujeres en espacios diplomáticos y sin clientelismo político.
@yoaremmonegro
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