Opinión. Martes, 16 de Diciembre, 2025
La victoria de Eileen Higgins en las elecciones municipales de 2025 no es solo un hecho político; es, sobre todo, una señal de esperanza para la ciudad de Miami. Este 18 de diciembre, cuando se juramente como la primera mujer alcaldesa, se abre también una nueva página en la historia de una ciudad que pedía a gritos liderazgo con preparación, decencia y vocación de servicio.
Eileen Higgins no llega a la alcaldía por improvisación ni por marketing. Llega con una sólida formación académica de ingeniera mecánica, con un MBA de la Universidad de Cornell y con una trayectoria que combina experiencia internacional y compromiso local. Su paso por el Cuerpo de Paz, el Departamento de Estado de los Estados Unidos y la Comisión del Condado de Miami-Dade revela una mujer formada en la gestión, la planificación y la sensibilidad social. Como comisionada, defendió causas esenciales: vivienda asequible, transporte público eficiente y sostenibilidad ambiental, siempre con una visión técnica, pero profundamente humana.
Sin embargo, más allá de los títulos y los cargos, Eileen Higgins conecta por algo más sencillo y más poderoso: su energía positiva, su cercanía y su genuino deseo de servir. En una época de desconfianza hacia la política, ella logró despertar entusiasmo, credibilidad y esperanza. Muchos ciudadanos, entre los que me incluyo, vimos en su candidatura una oportunidad real de que Miami avanzara con orden, transparencia y sentido común.
Durante los meses previos a las elecciones, me involucré activamente en su campaña, movilizando decenas de votantes y conversando, día tras día, con amigos, familiares y personas que acababa de conocer. Hablé de Eileen Higgins con convicción, no por consigna, sino por certeza: porque representa un liderazgo serio, preparado y comprometido con el futuro de la ciudad.
Hoy celebro su victoria como ciudadano feliz y esperanzado, convencido de que bajo su dirección Miami puede y debe avanzar hacia más desarrollo, más inclusión y más oportunidades. La elección de Eileen Higgins no es solo un triunfo electoral; es una afirmación colectiva de que Miami apuesta por el talento, la preparación y la esperanza.