×
ECO PLAY TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN PROVINCIAS CONTÁCTENOS

El capitalismo tardío y la realidad dominicana: Juan Bosch sigue teniendo razón

Por: José Miguel Mañón Martínez

Opinión. Jueves, 29 de Mayo, 2025

En su ensayo El capitalismo tardío, Juan Bosch advirtió con claridad lo que hoy vivimos en carne propia en la República Dominicana: una estructura económica dependiente, donde el crecimiento no significa desarrollo, y donde las decisiones fundamentales del país no se toman en el Palacio Nacional, sino en oficinas corporativas extranjeras, organismos multilaterales y embajadas.

Bosch escribió desde la lucidez de quien entendía el mundo desde su raíz, no desde las apariencias. Para él, el capitalismo tardío era una fase degenerativa del sistema: una etapa donde el capital ya no se expande a través del trabajo productivo y la industria, sino mediante la especulación, el endeudamiento y el control ideológico. Esa visión, formulada en el siglo XX, encaja con precisión quirúrgica en la realidad dominicana del siglo XXI.

Hoy se nos habla de récords en crecimiento del PIB, de estabilidad macroeconómica, de una inversión extranjera “histórica”, pero el pueblo dominicano sigue enfrentando problemas estructurales: servicios públicos deficientes, salarios de miseria, deuda externa creciente y una economía informal que atrapa a más del 50% de los trabajadores. ¿Quién se está beneficiando de este “éxito económico”? No es la mayoría.

Tal como Bosch advirtió, el capitalismo tardío ha convertido al Estado dominicano en una pieza subordinada a los intereses del gran capital, tanto local como internacional. Las zonas francas operan con exenciones fiscales escandalosas, el turismo desplaza comunidades mientras destruye ecosistemas, y las decisiones sobre energía, salud y vivienda se orientan a atraer inversión privada antes que a garantizar derechos. Mientras tanto, los sectores populares sobreviven entre apagones, inflación y la inseguridad.

El sistema político tampoco escapa de este análisis. Como anticipó Bosch, en esta fase del capitalismo los partidos se convierten en instrumentos del clientelismo y el control, no de la transformación. Hoy en día, la política dominicana se mueve más por marketing que por ideología, y los debates profundos sobre la soberanía económica, la justicia social o la reforma agraria —temas centrales para Bosch— han sido relegados o tratados como “romanticismos”.

¿Y qué decir de la juventud? Atrapada entre el desempleo, la migración forzada y una educación cada vez más precaria, nuestra juventud vive las consecuencias de un sistema que no invierte en su futuro. Bosch decía que los pueblos sin conciencia histórica están condenados a repetir sus errores, y en ese sentido, nuestra falta de memoria nacional nos condena a soportar un modelo que explota, excluye y contamina.

Frente a este panorama, releer El capitalismo tardío no es solo un ejercicio intelectual: es un acto de resistencia. Bosch nos dejó herramientas para interpretar el presente y, sobre todo, para transformarlo. Nos recordó que el subdesarrollo dominicano no es un accidente, sino un resultado directo de un sistema que nos quiere pobres, obedientes y divididos.

Hoy más que nunca, el pensamiento de Bosch debe volver al centro del debate nacional. No se trata de idealizar el pasado, sino de entender el presente con ojos críticos y valientes. Porque si no nos atrevemos a cuestionar el modelo, seguiremos atrapados en su lógica.

Y como decía Bosch, “los pueblos que no aprenden de su historia están condenados a fracasar en su porvenir”.

 

Política y Juventud

El desencanto de los jóvenes dominicanos hacia la política es creciente, lo que es fácil constatar en los diálogos universitarios […]

Para quienes conocen la ley municipal….vamos a ver

El ayuntamiento Santo Domingo Este, encabezado por el mercadologo Diorys Astacio ejecuta para este año 2025 aproximadamente 3,500 millones de […]