Opinión. Jueves, 05 de Junio, 2025
La República Dominicana ha comenzado a dar pasos importantes hacia la modernización y transparencia de su Policía Nacional. Una de las medidas más notables —y poco difundidas— es la incorporación de un código QR y el número de carnet visible en el uniforme de los agentes, permitiendo que cualquier ciudadano pueda identificar al miembro policial con mayor facilidad y precisión.
Este avance, similar al que se ha implementado exitosamente en Colombia, abre la puerta a una nueva etapa en la relación entre la ciudadanía y sus autoridades. Con solo escanear el código QR o verificar el número de carnet, es posible acceder a datos clave que confirmen la autenticidad y estatus del agente. Esta herramienta representa un paso firme hacia una policía más profesional, controlada y confiable.
La implementación de estos elementos tecnológicos permite combatir el uso indebido del uniforme por parte de delincuentes, previene abusos de autoridad, y, sobre todo, fortalece la transparencia y la rendición de cuentas. Es una forma moderna y efectiva de empoderar tanto al ciudadano como a los propios organismos de control interno.
Ahora bien, este avance debe ser reforzado con una campaña nacional de concienciación ciudadana, que instruya al público sobre cómo usar esta herramienta y qué hacer en caso de identificar irregularidades. Asimismo, se requiere mantener una actualización constante del sistema de datos, de modo que la información que se consulte sea precisa y útil.
La tecnología no sustituye la ética ni la vocación de servicio, pero sin duda puede convertirse en una gran aliada si se integra en un proceso de reforma profunda. La Policía Nacional ha dado un paso en la dirección correcta, pero este debe ser solo el comienzo.
Reconocer lo que ya se ha hecho bien es fundamental, pero también lo es impulsar el fortalecimiento institucional, la capacitación continua y la supervisión efectiva. Porque una policía moderna no solo se ve diferente: actúa diferente.