Opinión. Viernes, 26 de Septiembre, 2025
Cuando el alcalde Dios Astacio anunció el inicio de un ambicioso programa de limpieza de imbornales en Santo Domingo Este, la ciudadanía recibió la noticia con esperanza. Se trataba de una medida necesaria para enfrentar el grave problema de inundaciones urbanas que cada temporada de lluvias afecta a miles de familias y negocios en el municipio. Sin embargo, meses después, la realidad evidencia que ese compromiso se ha quedado en el discurso, mientras la ciudad continúa padeciendo los mismos males.
La limpieza y el mantenimiento de los imbornales no son un detalle menor: constituyen la columna vertebral de la gestión urbana, ya que de ello depende la movilidad, la salubridad y la seguridad de la población. En cualquier gobierno local responsable, un programa de este tipo sería planificado con rigor técnico, ejecutado con eficiencia y supervisado con transparencia.
El problema en Santo Domingo Este no es solo de falta de recursos, sino de ineficiencia en la estructura interna del Ayuntamiento. El Director de Obras Municipales ha mostrado poca capacidad operativa para enfrentar los desafíos del drenaje pluvial, limitándose a acciones aisladas sin continuidad ni resultados visibles.
A ello se suma que la Dirección de Planeamiento Urbano ha estado ejerciendo funciones técnicas que corresponden a profesionales calificados de la Arquitectura , lo que constituye una usurpación de atribuciones que debilita la institucionalidad y resta confianza a la gestión. Por su parte, la Dirección de Gestión Ambiental no exhibe el mínimo manejo de los temas ambientales, reduciendo su accionar a simples formalidades y desconociendo la dimensión preventiva y educativa que debería acompañar toda política de manejo de drenaje y residuos.
El resultado es un municipio que parece navegar sin rumbo, con áreas neurálgicas en manos de funcionarios sin la preparación necesaria. Y cuando los equipos técnicos fallan, la administración entera queda paralizada.
Los munícipes no necesitan más anuncios ni fotografías en redes sociales: requieren soluciones concretas, sostenibles y técnicas. La gestión municipal debe entender que gobernar una ciudad del tamaño y la complejidad de Santo Domingo Este implica rodearse de profesionales competentes, con visión estratégica y capacidad ejecutiva.
De lo contrario, el anunciado programa de limpieza de imbornales quedará como un símbolo de lo que no debe ser la gestión pública: promesas incumplidas frente a una ciudadanía que merece resultados.