Opinión. Lunes, 20 de Enero de 2025
El proceso de intimidación y terror psicológico aplicado por la oligarquía empresarial dominicana a la clase política gobernante, en procura de que el Estado sea puesto al servicio de sus intereses económicos, deviene en detrimento del bienestar colectivo del pueblo dominicano.
Con la excepción del fenecido expresidente Joaquín Balaguer Ricardo, quien mantuvo a raya las ambiciones desmedidas del empresariado nacional, los subsiguientes gobernantes han sido arrodillados y puestos al servicios de sus intereses.
El presidente Luis Abinader Corona, no ha sido la excepción; pues la influencia de los precitados sectores en las estructuras del poder no tiene precedente; e incluso, algunos reputados analistas políticos lo califican de gobierno empresarial.
Señor presidente, haber sido reelegido para un segundo período de gobierno, le concede la oportunidad de aplicar una novedosa reingeniería sociopolítica que le permita romper las cadenas de la servidumbre y el chantaje. De lo contrario, su carrera política podría termina saliendo por la puerta trasera de la historia.
Libérese del terrorismo paralizante de la oligarquía empresarial; así como, de la manipulación inducida por la dirigencia ortodoxa del partido oficialista y empiece a gobernar el país en alianza fáctica con el soberano pueblo dominicano.
Que Dios bendiga a la patria de Duarte, Sanchez ,Mella y Luperón.