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Good Morning, Mr Morrison o cuando la nostalgia se convierte en sujeto y razón de tres generaciones (1 de 4)

Por Agustín Cortés

Opinión. Martes, 10 de Junio, 2025

Jamaica y República Dominicana no son solo dos nombres en el contexto argumental de la novela Good Morning Mr Morrison. En esencia, constituyen el cordón umbilical de dónde nace y se preservan los indisolubles perfiles de la cultura caribeña y, sobre todo, de la reconocida y apreciada familia Morrison Fortunato.


Desde el día cinco hasta el doce de mayo recién pasado aproveché para leer los setenta y un capítulos de una propuesta literaria reciente, aunque de un autor dominicano de amplia edad biológica y de extensa vida literaria.

Compré, como otros asistentes a la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo en su versión 2024, diversos ejemplares bibliográficos, entre ellos, cuentos, ensayos, novelas y también cuentos breves o micro relatos. Me dije a mi mismo, y lo exterioricé a varios contertulios de la dinámica literaria, que tenía un banquete bibliográfico por delante, pues había adquirido buenas obras de autores nacionales e internacionales.

Muchas veces, y eso lo vive constantemente quien aprecia el arte de leer, que al revisar detalladamente los índices de cada obra, hacemos una lectora simple, ligera, adelantada de algunos aspectos tratados por un autor. En ocasiones, ese primer contacto nos induce a establecer un orden prioritario del ritmo de lectura sobre las obras adquiridas.

Cómo tenía varios libros de diversos autores, preferí dar lectura a los miembros de la cofradía literaria local. Esa decisión me ha permitido y me permite siempre, intercambiar inquietudes posteriormente con ellos, y asimilar sus experiencias creativas, vivencias narrativas, decisiones estratégicas ante los públicos, y la gran preocupación de todo escritor dominicano, cómo y dónde vender la obra.

Aunque el evento ferial anual fue pródigo en la publicación de obras de autores nacionales e internacionales, destacó de manera amplia la puesta en circulación de libros sobre la vida y obra del consagrado intelectual dominicano Mateo Morrison.
Tanto las instituciones estatales como algunas privadas, hicieron su mayor esfuerzo logístico e inversión económica para que el renombrado poeta, cuya dedicatoria del evento le correspondió esta vez, se sintiera a gusto con los actos programados en tan justo reconocimiento a su consagrada vida intelectual.

Adquirí casi todas las obras escritas sobre Mateo y algunas de las escritas por el en su larga errancia por los recónditos caminos de la literatura criolla y mundial.

ómo les conté al principio, de todas las obras adquiridas y leídas hasta el día cinco de mayo del año en curso, hice un alto en el camino para compenetrarme profundamente en la intimidad dramática de su novela Good Morning Mr Morrison.

El fecundo argumento con que el poeta Morrison nos sustrae de nuestra realidad cotidiana y nos sumerge en las particularidades estéticas de su nostalgia familiar, de su nostalgia de vida, elucubra un discurso narrativo sumamente llano, sencillo y pleno de matices y colores, con un telón de fondo maravilloso: dos islas al son del mar caribe.

De manera magistral, Mateo hace acopio consciente de la nostalgia como recurso narrativo en la obra, pero para nada convierte la historia en una suerte de hechos familiares. La nostalgia tratada por este cumple el objetivo fundamental de llevarnos sutilmente por los contornos históricos, sociales y políticos de una etapa convulsa en el archipiélago caribeño a mitad del siglo XX.

La vida y obra de su Padre ocupa el lugar primigenio del argumento de la novela. Todo lector que fije su vista sobre sus líneas, intuirá que en Mateo hay una profunda y decidida influencia cultural, política, social y educativa de su Padre. De su Madre Doña Efigenia también, pero definitivamente Mateo, Heriberto, Ramon y Ferdinand, quedan prendados de los extraordinarios perfiles del Profesor Egbert Morrison, su Padre y guía.

Su incidencia en ellos fue tan determinante en su formación integral, que al tratar a cualquiera de los cuatro, puedes sentir la presencia del Profesor Egbert en tiempo presente.

Se respira, se recrea y advierte en la narrativa de la obra una relación paternal muy sublime, llegando el lector a poner en tela de juicio si quien ha descrito las acciones dramáticas, es el autor o su personaje principal.

Sin dudarlo un solo instante, quien lee de manera íntima la obra, y valora las reminiscencias de los distintos espacios temporales en los que discurre la historia, sabe, conoce y acepta que esa vinculación filial entre Padre e hijo fue sumamente noble en afectos y atenciones.

Sus islas, las dos islas de los desvelos del profesor Egbert Morrison o Mr Morrison, como fue llamado regularmente por quienes le trataron en vida, están presentes de manera constante en la fabulosa novela del poeta Morrison. Jamaica y República Dominicana no son solo dos nombres en el contexto argumental de la novela Good Morning Mr Morrison. En esencia, constituyen el cordón umbilical de dónde nace y se preservan los indisolubles perfiles de la cultura caribeña, y sobre todo, de la reconocida y apreciada familia Morrison Fortunato.

Al abordar la novela Good Morning Mr Morrison desde las perspectivas de mi profesión cinematográfica, siento la emoción de tener a mano los insumos creativos para asumir la puesta en abismo de una obra literaria de singular importancia dentro del contexto de la creciente Industria Cinematográfica Dominicana.

Good Morning Mr. Morrison debe y puede ser nuestra próxima novela adaptada al cine.

Espero contar con ustedes en el artículo no. 2, de esta serie.

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