Opinión. Lunes, 15 de Diciembre, 2025
El avance del populismo en República Dominicana podría deteriorar las instituciones democráticas y aumentar el conflicto social.
Cuando los «políticos tradicionales» fallan, los oportunistas, llamados algunas veces «outsiders», entran en escena y son fáciles de identificar, pues solo salen cuando consideran que las circunstancias les harán ganar notoriedad, trayendo consigo el más extremista populismo y, a la vez, el odio y el enfrentamiento.
Populismo y sus efectos en la democracia dominicana
Lo peligroso es que el pueblo se convierte en carne de cañón de las ambiciones de esos grupos, que crean indigestión y poco a poco van matando la democracia; hay que evitar que la política se convierta en un entretenimiento de mal gusto, porque puede surgir un payaso y gobernarnos.
Desconfianza en partidos tradicionales y surgimiento de movimientos ultras
En República Dominicana la población aún cree en el sistema de partido tradicional, en aquel que sustenta las aspiraciones a través de una organización, pero sucede que la mayoría de esos «tradicionalistas» han quedado mal, pues engañan y roban, creando un caldo de cultivo para los ultras, ya sea de derecha o izquierda.
Ciertos movimientos han surgido y fácil es proyectar por qué van a protestar; identificarlos es la clave para evitar que traten de instaurar el caos y con ello destruir lo que democráticamente el país ha logrado; el populismo arrasa con todo sin importar lo conseguido.