Opinión. Domingo, 01 de Junio, 2025
Cuando el Comité Político del PLD resolvió realizar una “consulta nacional” en el 2026 para indicar su candidato presidencial, la Junta Central Electoral (JCE), mediante un “contundente” comunicado del pasado 21 de febrero, le advirtió lo siguiente:
Contra esa decisión peledeista, la JCE “…estaría aplicando las sanciones legales contra los ciudadanos que sigan promocionando sus aspiraciones políticas a destiempo y fuera de los plazos que ya establecen las leyes.”
Para esos fines, la JCE, amparada en el Art. 78 de la Ley 33-18, “amenazó con despojarlos de sus candidaturas a quienes continúen exhibiendo sus aspiraciones a través de consultas previas, anuncios públicos o cualquier otra modalidad de publicidad.” ¡Bien por la JCE!
Ahora bien, todos los días, en los diferentes medios de comunicación y redes sociales, se observan múltiples actividades proselitistas de los funcionarios, bautizados por el presidente Abinader como los “presidenciales” del PRM, ante lo cual la JCE se mantiene indiferente o ¿impotente?
Desde que el presidente Abinader se reunió (en junio de 2024) con los perremeistas presidenciales, de inmediato, se empezó una precipitada y visible carrera (lucha sin cuartel) por la candidatura presidencial del PRM para el 2028.
Con evidentes proselitismos, los funcionarios gubernamentales David Collado, Tony Peña, Guido Gómez Mazara, Wellington Arnaud, Eduardo Sanz Lovatón, Raquel Peña, Víctor De Aza, Roberto Fulcar y la alcaldesa Carolina Mejía, arrancaron con sus campañas mediante diferentes modalidades y subterfugios.
Valiéndose de sus posiciones gubernamentales, los perremeistas están induciendo (pagando y manipulando) frecuentes encuestas en las que determinados presidenciales perremeistas siempre aparecen “posicionados en los primeros lugares” contra todos los posibles candidatos de la oposición; ante lo cual la JCE se manifiesta ciega, muda y parcializada con el PRM. ¿Por ser partido en el poder?
Esa actitud de la JCE, que deja mucho que decir, obviamente, beneficia a los candidatos presidenciales del PRM, y resulta mucho más preocupante porque, con el mayor desparpajo y sin guardar las formas, dichos precandidatos, violando las leyes y abusando de sus respectivos cargos gubernamentales, están usando los recursos materiales, técnicos, humanos y económicos del Estado, procurando ventajas en sus extemporáneas campañas proselitistas.
Ante esos desafueros del partido oficialista, la JCE se muestra con indiferencia total (o temor), razón por la cual los nueve presidenciales del PRM, apadrinados por el presidente Abinader, continúan realizando sus precampañas electorales, mientras la JCE se muestra “ciega, sorda y muda”. ¡Injusticia y evidente parcialización de la JCE que urge detener!
1ro. de junio de 2025.