Opinión. Domingo, 13 de Octubre de 2024
Por Ramón Grullón: En un momento crítico para la democracia de los Estados Unidos, la elección presidencial se ha convertido en una cuestión de vida o muerte para el futuro del país. En este contexto, Kamala Harris, actual vicepresidenta y candidata demócrata, se presenta como la líder que necesitamos para asegurar la estabilidad, la seguridad y el progreso.
Recientemente, informes médicos han confirmado que la vicepresidenta Harris goza de «excelente salud». Este detalle, respaldado por su médico, resalta un contraste notable con su oponente, Donald Trump, cuya salud mental ha sido motivo de preocupación. A sus 59 años, Kamala Harris ha demostrado no solo tener la resistencia física necesaria, sino también una claridad de pensamiento y agudeza mental que la posicionan como una opción segura para guiar a Estados Unidos hacia un futuro mejor.
No podemos olvidar que el país estuvo bajo un liderazgo riesgoso entre 2016 y 2020, un periodo que nos llevó al borde de la catástrofe. ¿Podemos arriesgarnos a volver a poner nuestro futuro en manos de alguien cuyo estado mental es cuestionable? La respuesta es un rotundo no.
La nación necesita un líder capaz, mentalmente apto y comprometido con el bienestar de todos los ciudadanos. Kamala Harris no solo aporta experiencia y conocimiento, sino también la energía y lucidez esenciales para enfrentar los desafíos que se avecinan. Su compromiso con la justicia social, la igualdad y la protección de los derechos humanos la posicionan como la mejor opción para asegurar un futuro prometedor.
En todo el país, demócratas y voluntarios deben continuar trabajando incansablemente para que cada voto cuente. Kamala Harris representa la salvación de nuestra democracia, un pilar que ha mantenido a Estados Unidos como la nación más poderosa y respetada del planeta. Permitir que alguien con las deficiencias mentales de Donald Trump regrese al poder sería un riesgo inaceptable, que podría sumir a nuestro país en la ruina y la miseria.
La salud, la estabilidad mental y el compromiso con los valores democráticos deben ser prioridades en esta elección. Kamala Harris es la única opción que garantiza la estabilidad y el progreso de los Estados Unidos. Como ciudadano americano de origen latino, es mi deber apoyar a quien representa la salvación de nuestra democracia.
No podemos arriesgar nuestro futuro. En este momento crucial, la elección es clara: es hora de elegir a una líder preparada y comprometida con el bienestar de todos. La salud y la lucidez de Kamala Harris son los cimientos sobre los que podemos construir un futuro más brillante. ¡El futuro de nuestra nación depende de tu conducta el marte 5 de noviembre!