Opinión. Sábado, 25 de Enero de 2025
En los últimos tiempos, Santo Domingo Este ha enfrentado una serie de desafíos municipales que reflejan una profunda crisis de liderazgo y responsabilidad política.
Desde la Sala Capitular, donde deberían decidirse los destinos de la ciudad, hasta las decisiones sobre uso de suelo sin la debida supervisión, se evidencia un panorama desolador de falta de transparencia y cumplimiento de deberes.
Los partidos de oposición, como la Fuerza del Pueblo y el PLD, junto con sus cuerpos directivos y aspirantes a la alcaldía, están en el centro de esta problemática.
Es preocupante observar cómo regidores designados para representar los intereses ciudadanos parecen estar más interesados en beneficios personales que en el bienestar colectivo.
Algunos se desvían de sus responsabilidades básicas para buscar ventajas personales, olvidando su compromiso con la comunidad que los eligió.
La situación se agrava al constatar que estos mismos regidores abandonan la disciplina partidaria, evidenciando una falta de dirección y liderazgo desde las altas esferas de sus respectivos partidos.
La ausencia de líneas políticas claras contribuye a un ambiente donde los intereses personales prevalecen sobre el bien común, socavando la confianza pública en las instituciones municipales.
Es fundamental que los partidos políticos retomen su papel de guías éticas y políticas en la gestión municipal. Deben priorizar la transparencia, la rendición de cuentas y el servicio público por encima de intereses individuales o partidistas.
Solo así se podrá restaurar la confianza de los ciudadanos y trabajar eficazmente hacia el progreso y la mejora de Santo Domingo Este.
En resumen, la crisis municipal actual no es solo una cuestión de gestión deficiente, sino también un reflejo de la falta de compromiso político y ético de quienes tienen la responsabilidad de liderar y representar a la comunidad
Es vital un profundo cambio de enfoque y una renovación de los valores democráticos para construir un municipio más justo y próspero para todos.