Opinión. Miercoles, 09 de Noviembre de 2022
Por: Jenniffer De Los Santos
Desgraciadamente durante los últimos meses los hechos delictivos ocurridos en la República Dominicana han aumentado desmesuradamente, dejando en evidencia que la delincuencia le ha ganado la batalla al país.
Lo preocupante de todo esto es que los desaprensivos además de que te arrebatan tus pertenencias, también te quitan la vida sin temblarle las manos, como si fuera un disfrute para ellos. Sin lugar a duda la sensibilidad humana se está extinguiendo poco a poco.
Imagínese usted, si en menos de una semana tres autoridades del territorio dominicano han sido el blanco de los antisociales, donde dos de ellos fueron ultimados a tiros y otro resultó gravemente herido, que nos espera a los ciudadanos en particular que andamos en las calles desprotegidos totalmente en busca del pan de cada día.
Hablo de los casos de un general de la Fuerza Aérea de la República Dominicana, Domingo Confesor Encarnación, quien al igual que su hija menor de edad, resultaron heridos de bala por desconocidos a bordo de una motocicleta en la calle principal del sector Villa Liberación, en la cafetería Osiris. El objetivo de los desaprensivos era despojar al general herido y a su hermano, coronel de la misma institución, Clemente Encarnación, de su arma de reglamento.
En este mismo orden, el primer teniente retirado de la Policía Nacional, Cirilo Portorreal, de 49 años, recibió varios disparos que le provocaron la muerte, en el sector Los Mameyes; también un coronel de la misma institución del orden, adscrito a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Esteban de la Rosa, de 52 años, fue baleado por malhechores y posteriormente perdió la vida, en un suceso acontecido en Arroyo Hondo.
¡Ya no podemos seguir así! Si el encierro de la pandemia del coronavirus afectó mentalmente a las personas, está situación es peor. La sociedad está atemorizada, los ciudadanos viven con el pánico de que en cualquier momento puede ser asaltados o no regresaran a sus hogares con vida.
Si bien es cierto que la delincuencia no es algo que surgió con el actual gobierno, no menos cierto es que devolverle la seguridad a los dominicanos es su responsabilidad.
Es momento de que el presidente Luis Abinader se ponga los pantalones y actué. Nada se resolverá criticando al pasado gobierno del Partido de la Liberación de qué hizo y qué no hizo.
Se supone que la ciudadanía votó por el mandatario y el Partido Revolucionario Moderno por el prometido «Cambio», no para que le sigan haciendo promesas que no cumplirán.
¡Está bueno ya! O demuestran que son competentes y que están a la altura de dirigir una nación o está problemática le provocará efectos adversos a los que quieren para el 2024.
El pueblo quiere hechos, no palabras…evite señor Luis Abinader que se le cante: Se van, se van, ya se van.