Opinión. Viernes, 24 de Diciembre de 2021
La navidad es la época más bonita de todo el año, tiempo en el que afloran los sentimientos, prima el amor y la armonía entre familiares y amigos.
Es el tiempo donde las personas se inspiran para adornar sus hogares, los ajuares de decoración navideña así como el menú para la cena de Nochebuena, son unos de los principales temas de conversación.
Es tradicional que las familias se reúnan para compartir unidos la noche del 24, también en fin de año, para pasar tiempo de calidad, especialmente en las casas de los abuelos, sin embargo, en los últimos tiempos se han ido perdiendo esos tradicionales encuentros.
Las laceraciones familiares en esta época es cuando son más notorias, debido a que priman los interés particulares y en muchas familias, cada quien elige un destino diferente para pasar estos días.
Otro factor de gran relevancia que ha marcado una antes y un después en la vida de cada ser humana, y que para las festividades no es la excepción, es la llegada del Covid-19.
Las múltiples pérdidas humanas que la humanidad ha debido, debido a la pandemia, ha provocado en muchas personas que el deseo de celebrar sea cosa del pasado.
Era común que en los barrios los vecinos se pusieran de acuerdo para adornar las calles y callejones, pero hoy día esas acciones son muy escasas, el deterioro social se percibe en cada lugar.
Apostamos a que el amor al prójimo y las buenas relaciones entre individuos vuelvan a ser tan intenso como en años anteriores.
