Opinión. Lunes, 14 de Noviembre de 2022
DIARIO ECO/SANTO DOMINGO, RD.- Los temas delincuencia y seguridad han sido tendencia en los últimos día en la República Dominicana y es que los robos, asaltos y hasta secuestros son los principales titulares de los medios más connotados en todo el territorio nacional.
Ante el auge desmedido de los actos delictivos, el Ministerio de Interior y Policia dispuso, mediante la Resolución 007-2022, dispuso la suspensión de bebidas alcohólicas en centros nocturnos del Gran Santo Domingo, noticia que ha caído como un balde de agua fría a ese sector empresarial, a siete meses de abrir, luego de aproximadamente dos años en la pandemia.
Miles de familia podrían verse afectadas por estas medidas, ya que más de 60 mil empleados saldrían ser afectados, según el presidente de la Unión Dominicana de Propietarios de Centros Nocturnos, Junior González.
No sabemos si por presión social o porque realmente no es viable la solución al problema que ha presentado el ministro Jesús Vásquez, pero si creemos que esta medida será revocada.
Además de los propietarios de negocios nocturnos, quienes ya han marchado en contra de esa iniciativa, legisladores han salido en defensa de ese sector empresarial.
Sin embargo, la delincuencia no da tregua y aparentemente esa fue la única medida que se les ocurrió a las autoridades, quienes no contaban con que se encontrarían con el rechazo de una gran parte de la población.
Ciertamente, no solo los empleados de esos negocios saldría afectados, sino también los taxistas, motoristas, dueños de negocios ambulantes de comida, entre otros.
Esta medida puede también aumentar la asistencia a centros de diversión clandestinos, esos en los que las autoridades no tienen registros ni constancia de su existencia.
Si bien es cierto que la mediada puede disminuir los actos delincuenciales, también es cierto que el sustento de miles de personas también sufriría la consecuencia.
Las autoridades deberán evaluar y proponer otras medidas, ya que esta no contempla la ola de atracos y asaltos a manos armadas que se registran a plena luz del día, sembrando el pánico y la inseguridad en todas la población.