Opinión. Martes, 12 de Marzo de 2024
Haití, denominada por muchos «tierra de nadie», ha sido tomado por pandilleros haitianos, agrupados en bandas criminales, que han sembrado el miedo y el terror en sus compatriotas y extranjeros que allí habitan.
Haití ha vivido en los últimos años una crisis política, social y económica que ha llevado a sus nacionales a mantenerse de pie solo por las ayudas humanitarias.
El país caribeño ha mucho años que atraviesa calamitosas situaciones, pero todo agudizó con el asesinato del entonces presidente Jovenel Moïse, el 7 de julio de 2021, alrededor de la 01:00 a. m. en Pétion-Ville.
Desde entonces, el Estado haitiano habia sido «liderado» por el primer ministro, Ariel Henry, hasta su dimisión el pasado lunes 10 de marzo de 2024.
Henry, aferrado al poder que otorga el cargo que ostentaba, se mantuvo como el cabecilla, políticamente hablando, de esa nación por aproximadamente tres años, sin embargo, los haitianos pedían a gritos su renuncia al puesto, argumentando que el funcionario no soluciona nada en esa nación.
Mientras que los criminales, quienes roban, violan, matan y cometen todo tipo de delito, han tomado el control del empobrecido país, provocando incertidumbre ante un oscuro porvenir para los haitianos.
Ante la situación de penuria que vive esa nación, los organismos internacionales, en cuyos miembros está incluido Haití, han venido debatiendo la posibilidad de una intervención multinacional, pero la misma aún no ha sido materializada.
Las autoridades de Kenia, país ofrecido para liderar una intervención en Haití, tras la renuncia de Henry, dispuso aplazar el despliegue de sus policías en esa nación.
Nate la renuncia de Henry, queda la pregunta ¿Quién representará a Haití ahora, que harán los grupos armados con esa nación?
